Traducciones que quiero lograrPablo Soler FrostCaminaba cavi<strong>la</strong>ndo por el Espacio Escul -tórico. El sol bril<strong>la</strong>ba. Enero; florecitas mo -radas y pastos secos. Sol <strong>de</strong> invierno me -xicano. Iba pensando en lo disímbolos queson los cuatro libros que <strong>de</strong>seo traducir an -tes <strong>de</strong> rendirle mi alma al Señor. Diré sustítulos: The Devil Finds Work, <strong>de</strong> JamesBaldwin; I Heard the Owl Cry My Name,<strong>de</strong> Margaret Craven; The Bible To-Day <strong>de</strong>C. D. Dodd y En <strong>la</strong>s estancias <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte<strong>de</strong> Nelly Sachs. Unas me morias, una no -ve<strong>la</strong>, un ensayo y unos poemas. Un li bro<strong>de</strong> un guionista afroa mericano, otro <strong>de</strong> unaescritora ca nadien se, uno más <strong>de</strong>l antañoprofesor <strong>de</strong> teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong>Cambridge y otro <strong>de</strong> una poeta judía ale -mana que sobrevivió a <strong>la</strong> Shoah y que porsus obras dra máticas y sus poemas recibióel Premio Nobel en 1966.Sentía que ninguno tiene que ver conel otro. En eso pensaba. Y en siete mil co -sas más; en <strong>la</strong> inmortalidad <strong>de</strong>l cangrejo,en <strong>la</strong>s musarañas, en el hilo <strong>de</strong> mis pen sa -mien tos, en <strong>la</strong> incomodidad que represen -ta que haya televisiones en el metrobús, enque este paisaje <strong>de</strong> Ciudad Uni versitariaes uno <strong>de</strong> los pocos don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong> imaginarsecómo era el valle antes <strong>de</strong> <strong>la</strong> llegada<strong>de</strong> todo el mundo, etcétera. De pronto seme ocurrió una cosa: en realidad estos li -bros se parecen.Todos estos libros, creo (antes <strong>de</strong> aplicarmefatigosamente a psicoanalizar a éseque soy yo), comparten una cosa: son im -presiones acerca <strong>de</strong>l dolor que significa ser<strong>de</strong> los excluidos y <strong>de</strong> los perseguidos, a pe -sar, o tal vez, por saberse here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l Rei -no. A todos los rechazó el mundo. Y compartenotra cosa: su c<strong>la</strong>ridad. Y aún más: suvalentía. Ninguno <strong>de</strong> estos libros está es -crito pa ra <strong>la</strong> galería, ni busca ningún ap<strong>la</strong>u -so; en todos el sen ti miento fluye parejo aEl Lissitzky, Proyn 1C, 1919<strong>la</strong> oril<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> razón, <strong>de</strong> <strong>la</strong> razón <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia,<strong>de</strong> ese sentido oculto que se reve<strong>la</strong>rácuando se enjuguen todas <strong>la</strong>s lágrimas.Y los cuatro libros están escritos conuna honestidad que raya en <strong>la</strong> más gran<strong>de</strong>va lentía y una valentía tal que Cristopudo <strong>de</strong> cir que no hay nadie más gran<strong>de</strong>que aquel que da <strong>la</strong> vida por sus amigos.Y estos cuatro escritores, Baldwin, Craven,Dodd y Sachs, dieron, en sus escritos, suvida por sus amigos.El padre <strong>de</strong> James Baldwin “Man, you’rethe ugliest nigger I’ve seen in my life!”: serfeo y ser afroamericano y pensar y ser gayen Estados Unidos en <strong>la</strong> Guerra Fría era ju -gárse<strong>la</strong>, lo mismo que escribir guiones acer -ca <strong>de</strong> situaciones reales para <strong>la</strong> industriahollywoo<strong>de</strong>nse. The Devil Finds Work esuna memoria acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> fascinación queel cine ejerce; es una reflexión acerca <strong>de</strong>cómo Hollywood ha falseado <strong>la</strong>s visionesafroamericanas (Ava Gardner, quien era chi -da y era su amiga, le preguntó si él creía queel<strong>la</strong> pudiera encarnar a Billie Holliday. YBaldwin tuvo que <strong>de</strong>cirle que, con todo y sertan chida, se rumoraba que Billie Hollidayhabía sido negra y que también se rumorabaen Hollywood que Ava Gardner era b<strong>la</strong>n -ca); a final <strong>de</strong> cuentas, es una ad vertenciaacerca <strong>de</strong> ciertas ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l cine americano.El libro termina hab<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> <strong>la</strong> pe -lícu<strong>la</strong> El exorcista: son algunas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mejorespáginas que he leído sobre el cine <strong>de</strong>Hollywood, sobre Satán, Walt Disney, <strong>la</strong>industria y <strong>la</strong> policía, el sur y el nor te <strong>de</strong> Es -tados Unidos. Un buen amigo <strong>de</strong> Baldwin,al salir <strong>de</strong> <strong>la</strong> función, en el mis mo Hollywood,no pudo sino <strong>de</strong>cirle: “So, we must becareful —lest we lose our faith— and becomepossessed”.I Heard the Owl Call My Name (es <strong>de</strong> -cir, “Cuando el tecolote canta...”) es unahistoria que transcurre en tre <strong>la</strong>s naciones<strong>de</strong> <strong>la</strong>s is<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l Pacífico Norte, aquel<strong>la</strong>s quevisitó, antes que el capitán Cook, don JoséMaría <strong>de</strong> Moziño. Es una historia triste co -mo casi todas <strong>la</strong>s que tienen que ver con <strong>la</strong>sFirst Nations. Está narrada esplén dida men -te, duramente, y está llena <strong>de</strong> compasión.El libro <strong>de</strong>l profesor Dodd, The BibleTo-Day, apareció en 1946. Es un libro c<strong>la</strong> -ro, al mismo tiempo íntimo y académico.Era aún <strong>de</strong>masiado temprano para que co -menzase a captarse el significado <strong>de</strong> <strong>la</strong> gue -rra, ni <strong>de</strong> <strong>la</strong> Shoah, si es que tienen uno, peroya se nota, en este pequeño libro bril<strong>la</strong>nte,<strong>la</strong> consternación por <strong>la</strong> herida inmensa su -frida por Israel. Para cualquiera que <strong>de</strong>seeenten<strong>de</strong>r <strong>la</strong> Biblia, nada como este libro, porlo menos que yo conozca (y no estoy llevandoagua a mi molino: el profesor Dod<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> Cambridge).Los poemas <strong>de</strong> Nelly Sachs componenparte <strong>de</strong> <strong>la</strong> Pasión <strong>de</strong> Israel. Son, como losárboles <strong>de</strong> heridas restañadas y los ríos con -taminados a los que limpian, abso luta men -te necesarios.Éstos son los cuatro libros que quierotraducir.92 | REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO
Bernardo EsquincaEl escritor invisibleVicente Francisco TorresDurante cerca <strong>de</strong> treinta años, mi trabajope riodístico se centró en libros <strong>de</strong> escritoresnoveles. Fui testigo privilegiado <strong>de</strong>l surgimiento<strong>de</strong> Jesús Gar<strong>de</strong>a, Luis Arturo Ra -mos, Enrique Serna, Daniel Sada, IgnacioSo<strong>la</strong>res, Mauricio Molina, Alberto Ruy Sán -chez y varios más. Pero <strong>de</strong> pronto advertí quelibros elevados a <strong>la</strong>s nubes por <strong>la</strong> publicidad“ya no eran para mí”, según expresión feliz<strong>de</strong> Jorge Luis Borges. Así que <strong>de</strong>jé <strong>la</strong> narrativamexicana contemporánea por <strong>la</strong> paz.Hace un par <strong>de</strong> años, en una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s li -brerías <strong>de</strong> viejo <strong>de</strong> <strong>la</strong> calle <strong>de</strong> Donceles, tancaras al autor, me salió al paso Los escritoresinvisibles (Fondo <strong>de</strong> Cultura Económica,2009), que por su bel<strong>la</strong> edición adquiríy llevé a mi casa. Por <strong>la</strong> noche, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>leer su primera página, no pu<strong>de</strong> abandonarlohasta terminar. Como dice el poetaespañol José María Álvarez, “el azar es unaoscura servidumbre”.El mundo que habita Bernardo Es quin -ca ya no es el mío, pero <strong>la</strong> calidad <strong>de</strong> suno ve<strong>la</strong> supera los tiempos, los intereses y<strong>la</strong>s ex periencias. Los escritores invisibles, por<strong>la</strong> calidad <strong>de</strong> su hechura, me trae <strong>de</strong> vueltaa <strong>la</strong> narrativa mexicana <strong>de</strong> hoy y me hacepensar que nuestra prosa artística está <strong>de</strong>vuelta.Jaime Puente, el narrador que es escritor,rep<strong>la</strong>ntea el lugar común que reza: situ infancia y adolescencia no te dieron ma -terial literario, estás perdido. Él busca con<strong>de</strong>nuedo publicar su primer libro en unaeditorial <strong>de</strong> prestigio y narra su aventura enbusca <strong>de</strong> editor. Para dar intensidad a su vi -da, que no tiene gran<strong>de</strong>s episodios, recrea <strong>la</strong>sexistencias <strong>de</strong> autores que sí los tuvieron: J.G. Bal<strong>la</strong>rd, James Ellroy, Chuck Pa<strong>la</strong>hniuk,Paul Auster, Barry Gifford, Bret Easton Ellis.Lo que el autor creía y nos hacía creersobre su vida anodina se empieza a llenar <strong>de</strong><strong>de</strong>talles interesantes que ya no son tan pá -lidos frente a los escritores comentados: vaen busca <strong>de</strong>l original <strong>de</strong> un profesor que to -das <strong>la</strong>s editoras transnacionales se disputabanporque iba a ser una amenaza para el<strong>la</strong>s,¡y todo porque era un buen libro, distinto <strong>de</strong><strong>la</strong>s sosas obras que dan pingües ganancias!El narrador se tras<strong>la</strong>da a un pueblecillocercano a una ciudad importante, en don -<strong>de</strong> encuentra a un conjunto <strong>de</strong> amas <strong>de</strong> casaque escriben, pero no publican, obras pornográficaspara su exclusivo p<strong>la</strong>cer; sacan<strong>la</strong> narrativa <strong>de</strong>l letargo exitoso y <strong>la</strong> proyectanen busca <strong>de</strong> caminos vitales. El comentario<strong>de</strong> <strong>la</strong>s obras que el narrador va leyendose convierte en un verda<strong>de</strong>ro acierto formaly le sirve a Esquinca para p<strong>la</strong>ntear un asun -to que es <strong>de</strong> su interés porque en él trabaja:<strong>la</strong> pornografía. Las nove<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong>s amas<strong>de</strong> casa que bordan sobre coitos con embarazadas,exploración <strong>de</strong> distintas cavida<strong>de</strong>s,fluidos corporales, catálogos <strong>de</strong> perversionesy el intento <strong>de</strong> un cineasta por hacer cintascon encuentros sexuales tomados <strong>de</strong> <strong>la</strong> rea -Bernardo Esquincalidad, sin fingimientos <strong>de</strong> actores profesio -nales, lo enfrentan a un estigma que ve en<strong>la</strong> literatura <strong>de</strong> éxito: <strong>la</strong> simu<strong>la</strong>ción.La calidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> invención y <strong>la</strong> originalidad<strong>de</strong>l p<strong>la</strong>nteamiento central <strong>de</strong> esta no -ve<strong>la</strong> (los buenos escritores no trascien<strong>de</strong>nporque son invisibles, porque no circu<strong>la</strong>nen el gran mercado, porque el éxito es <strong>de</strong>los insustanciales) son notables y éste, al fi -nal, tiene un vuelco: cuando Jaime Puenteve su libro en una vitrina <strong>de</strong>scubre, ¡oh pa -radoja!, que también él es <strong>de</strong>l montón <strong>de</strong>escritores visibles.Los escritores invisibles no tiene lirismos,pero su prosa es tersa y atrapa como unap<strong>la</strong>nta carnívora. Tiene aciertos <strong>de</strong> escritu -ra como el que viene a continuación: “Su -pongo que localizar a alguien perdido no<strong>de</strong> be ser muy distinto a escribir una nove<strong>la</strong>:<strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras y <strong>la</strong>s frases van surgiendomientras se tantea en <strong>la</strong> luz cegadora <strong>de</strong> <strong>la</strong>página en b<strong>la</strong>nco”.Después <strong>de</strong> leer Los escritores invisibles(2009), que es su segunda nove<strong>la</strong>, era na -RESEÑAS Y NOTAS | 93
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