NEUROLOCIA. VOLUMFN 4, NUMERO 10, DICIEMBRE <strong>1989</strong>los estudios complementarios habituales es dif ícil-sinoimposible-, detectar qué pacientes tendrán un curso benignoy cuáles quedarán con secuelas visuales.El objetivo de este trabajo es conocer la repercusión dela HIB sobre los PEV y determ¡nar si su estudio periódicopuede aportar datos sobre el pronóstico de la enfermedad.Se ha realizado un estudio prospectivo en 20 pacientescon HlB, valorándose la latencia de la Proo en distintosmomentos evolutivos de la enfermedad.En el estudio inicial en 5 casos (20%) existían valores patológicosde las latencias de la P1es. Aunque el resto delas latencias estaban dentro de los valores normales, el estudioestadístico demostró diferencias significativas conrespecto al grupo control. El estudio evolutivo demostróque las latencias seguían alargadas tras la normalizacióndel fondo de olo, mientras que en la revisión final habíanvuelto a valores similares a los del grupo control. Ningúnpaciente con latencias normales de la Proo en el estudioinicial quedó f inalmente con secuelas. Cuando las latencias,inicialmente patológicas, se fueron normalizando conla evolución tampoco aparecieron secuelas visuales. En unpaciente la latencia de la Proo se fue incrementando durantela evolución y finalmente quedó con secuelas. Esteincremento apareció más precozmente que la afectaciónde la agudeza visual.Las ideas fundamentales del estudio de las latencias dela P1s6 de los PEV se pueden sintetizar en tres puntos concretos:a) la HIB provoca un alargamiento de las latenciasde la P<strong>16</strong>6, b) que ello signifique la existencia de secuelasvisuales subclínicas y c) el estudio periódico de las latenciasde la P¡oo en la HIB puede constituir un indicadorprecoz de la aparición de secuelas visuales.Alteraciones de la sensibilidad profunda de lasextremidades superiores en la siringomielia.Correlación con los hallazgos de los PESydelaRMl.l. Zarranz+, A. Antigüedad*, P. Madoz**, M. Pérez-Bas*,M.S. Avellanal++, P. Hurtado* y A. Ferrero**** Servicio y Cátedra de Neurología y ** Serv¡cio de NeurofisiologíaClínica, Hospital de Cruces, Servicio Vasco de Salud-Osakidetza,Departamento de Neurociencias, Facultad de Med¡c¡na y Odontología,Universidad del País Vasco, Bilbao. *** Centro de ResonanciaMagnética, Clíníca San Francisco Javier. Eilbao.En un trabajo precedente U Neurol 19BB;235 (suppl): S77,Neurología (<strong>Barcelona</strong>) 19BB; 3: 172-175) hemos estud¡adolos potenciales evocados somestésicos (PES) en una seriede 18 pacientes con siringomielia (Sl) y/o anomalía deArnold-Chiari tipo I (AACH). Se prestó especial atencióna la correlación de los trastornos de la sensibilidad profundaen los brazos con las anomalías obietivadas en losPES. El estudio permitió concluir que los trastornos de lasensibilidad profunda en los brazos son frecuentes en laSl (7 de .1B casos) y que se correlacionan mejor con alteracionesde los PES cervicales (N<strong>11</strong>-N13) que con trastornosen la conducción central (intervalos N13-P14 y N13-P20).En dos pacientes con AACH sin Sl y sin trastornos de lasensibilidad profunda en los brazos, la conducción centralestaba alargada pero los PES cervicales eran normales.Estos resultados nos permitían sugerir como hipótesisque la patogenia de la alteración de la sensibilidad profundaen los brazos en la Sl se debe a una extensión del380quiste hacia el asta y raíces posteriores cervicales y noa la compresión del cordón posterior por la amígdala cerebelosaectópica como había sido sospechado previamente.Hemos estudiado después prospectivamente varios casosmás de Sl con o sin AACH, hasta un total de unos 30pacientes, siguiendo el mismo protocolo que en el trabajoanterior, reforzando las mismas conclusiones. De ellos,hernos seleccionado para esta comunicación dos casosde Sl sin AACH, con trastornos unilaterales de la sensibilidadprofunda en una mano, que llegaban a producir posturas,,seudoatetósicasu al extenderlas al frente con los ojoscerrados, cuyos PES cervicales fueron patológicos, y en losque la RM confirmó claramente la extensión del quiste haciael asta y la raíz posteriores del lado de la clínica y delos PES patológicos. Estos casos confirman la hipótesis previade que los trastornos de la sensibilidad profunda enla extremidad superior en la Sl cervical son patogénica ytopográficamente un síndrome de la entrada radiculary no un síndrome del agujero occipital por la compresiónde la amígdala cerebelosa ectópica. Esta conclusión puedeser importante a la hora de planear y valorar los resultadosquirúrgicos de estos pacientes.Anomalías del basicondrocráneo en pacientescon deform¡dad de Chiari tipo l: un estudiomorfométr¡coJ. Berciano, A. Vega y F. Quintana.Servicros de Neurolo9;ía y Radiología, Hospítal Nacional Marquesde Valdecilla, Universidad de Cantabria. Santander.Aunque una estrecha relación patogénica entre la deformidadde Chiari (DC), displasia occipital (DO) y siringomieliaha sido ampliamente reconocida, no hay acuerdoacerca de cuál es el acontecimiento malformativo primario.El objetivo de este trabajo fue contribuir alesclarecimiento de esta cuestión, determinando la frecuenciade anomalías del basicondrocráneo en 42 pacientescon DC tipo I comparativamente con un grupo controlde 46 su jetos sin evidencia de patología craneocervical.Dieciséis de estos 42 pacientes tenían tambiénsiringomielia. Las medidas lineares, angulares y la estimaciónde la superficie de la fosa posterior se llevaron a caboen radiograf ías laterales de cráneo. El volumen de la fosaposterior se obtuvo mediante reconstrucción tomodensitométrica.En los pacientes había un acortamiento significativo delclivus, de la distancia Twining-opistion y de la línea deChamberlain. Los ángulos basal y de Boogard estabanagrandados. La fosa posterior era más pequeña en los pacientesque en los controles. Solamente en 10 (23,8%) pac¡entesno existía evidencia de DO. Al aplicar el análisislinear discriminante, las variables más discriminantes fueronel área de la fosa posterior y la longitud del clivus,con las que se identificó correctamente el76% de los enfermoscomo pertenecientes al grupo con DC y el 79%de los controles como pertenecientes al grupo control.Estos hallazgos prueban que el desarrollo anormal delbasicondrocráneo con reducción del tamaño de la fosaposterior es un hallazgo relevante en pacientes con DCtipo l, y sugieren que la ectopia de las amígdalas cerebelosases secundaria a la desproporción existente entre lafosa posterior y el cerebelo, que es forzado a crecer enel canal raquídeo.54
<strong>XLI</strong> Reunión <strong>Anual</strong> de la <strong>Sociedad</strong> Española de NeurologíaEstudio cerebelo-vestibular en la policondritisrecidivanteC. Hidalgo, V. lbáñez, M.A. Hernández, A. Balsa,M.J. Sarriá y B. AncionesServicio de Neurología. Hospital La Paz. Madrid.La policondritis recidivante es una rara entidad de caráctersistémico y etiología desconocida que se caracterizapü un proceso inflamatorio recurrente y destructivoque afecta a estructuras cartilaginosas del organismo. Clínicamentese caracteriza por presentar condritis auricular,poliartritis, condritis nasal, inflamación ocular y de víasres pi ratorias, afectac ión card íaca y problemas aud iovestibularesy de otras estructuras del sistema nervioso.La afectación neurológica siempre se ha considerado unarareza hasta el punto que la bibliografía consultada al respectodemuesira la eicasa relevancia que se concede abstas alteraciones. Basados en que tres pacientes estudiadospor nosotros con policondritis recidivantes presentabanafectación vestibular, parálisis facial en dos casosy afectación cerebelosa en otro, se planteó un estudioprospectivo de los aspectos neurológicos. y vestibularesde la enfermedad. Para ello se sometía a los pacientes aun riguroso examen neurológico, a un estud.io audiométrico,-aun electronistagmograma y un estudio electroculográfico.Sobre 12 casos examinados de policondritis recidivanteencontramos como datos más significativos: lahipoacusia, la afectación vestibular (6 casos), la afectacióncerebelosa (2 casos), parálisis facial recidivante (un caso)y parálisis facial (2 casos). Uno de los pacientes.presentóun cuadro de encefalopatía de origen no filiado.Aunque la patogenia no está claramente demostrada (seha inciiminado récientemente a vasculitis) la demostraciónde una afectación otoneurológica supera tanto clínicacomo a nivel subclínico los datos de la literatura.Craneosinostosis. Revisión deF. Villarejo, C. Amaya, C. Pérez<strong>16</strong>6 casosDíaz y A. PascualServicio de Neurocirugía. Hosp¡tal Niño Jesús' Madrid.Se presenta una serie de <strong>16</strong>6 niños con craneosinostosis: 62 escafocefal ias, 29 plagiocefal ias anteriores, 6 plagiocefaliasposteriores, 10 trigonocefalias,. 38 braquiturricefalias,4 trifilocefalias, '10 síndromes de Crouzon y7 síndromes de Apert.Se realizaron 187 intervenciones, ya que el '12,6% de lospacientes tuvieron que ser reintervenidos para meiorar elresultado cosmético. (El93% de los pacientes reintervenidostenían sinóstosis de varias suturas.)La dismorf ia craneofacial mejoró en el 94% de los casos,logrando un resultado cosmético óptimo en el 74o/o.El 3% de los casos no mejoraron y en el 4% restante nohubo seguimiento.La mortalidad fue del 0,6% (1 caso por neumotórax)/ y7 pacientes desarrollaron fracturas evolutivas.Se revisa la etiopatogenia, clínica y diagnóstico de lascraneosinostosis, insistiendo en los criterios de indicaciónquirúrgica. Se realiza un estudio comparativo de los resultadosde las distintas técnicas empleadas.Síndrome de Klüver-Bucy de origen postraumático:presentac¡ón de dos casosB. Morales, l. Rábano, J. Conzález-ElipeY J.J.C. de YébenesServicio de Neurología, Fundación Jiménez Díaz.IJ n ive rsí dad Autónom a. Mad rid.El síndrome de Klüver-Bucy (SKB) se caracteriza por amnesialacunar, episodios de hiperfagia e hipersexualidad,trastornos de carácter y alteraciones del ritmo vigiliasueño,y fue descrito en monos con lesión bilateral de loslóbulos temporales. En humanos ocurre tras traumatismos,infartos cerebrales, encefalitis y en demencias. Presentamosun estudio clínico y farmacológico de dos pacientescon SKB de origen postraumático.La primera paciente es una mujer de 17 años de edad,con crisis epilépticas con focalidad EEC temporal izquierdadesde tres años antes de su ingreso y controlada con hidantoinasy fenobarbital. lngresa por traumat¡smo cranealpor caída de moto, con pérdida de consciencia breve, presentandofractura temporal derecha. Días más tarde comenzócon desinhibición, locuacidad, hiperfagia, hipersexualidad,risa y llanto inmotivados, alteración de pensamientoy agresividad, alcanzando su máxima intensidad20 días después del trauma. La arteriografía y la TC cranealfueron normales. Fue tratada con neurolépticos, akinetony fenobarbital, remitiendo el cuadro en 15 días. Elsegundo paciente es un varón de 18 años de edad, conantecedentes de traumatismos craneales de repetición. Sufrióun traumatismo craneal con pérdida de conscienciade varios días de duración. Trece días después del trauma,comenzó con intensa hiperfagia, episodios de agitaciónalternando con otros de suma placidez, trastornosdel ritmo vigilia-sueño, y amnesia global con incapacidadpara retener nuevos datos. Un estudio neuropsicológicoreveló una alteración selectiva de los mecanismos de memoria,que meloró relativamente tras la administración intravenosade 1 mg de f isostigmina. Fue tratado con fenobarbital,haloperidol y benzodiacepinas, con lo que desaparecieronlos episodios de hiperfagia y los trastornosdel sueño aproximadamente 5 días después, con gran mejoríade la demás sintomatología.La fisiopatología del SKB es desconocida, aunque los aspectosconductuales y la respuesta al tratamiento con neurolépticossugieren que los síntomas positivos de este sÍndrome (h i perexc itabi I idad, cond uctas orales, h i persexualidad,etc.), podrían estar relacionados con un aumentode la actividad dopaminérgica en los sistemas mesolímbicos,mientras que los aspectos negativos como la amnesiapodrían estar relacionados con un déficit de transmisióncolinérgica en los sistemas septohipocampales.55 381
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