Perú 2017 de la informalidad a la modernidad
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La participación política ha seguido distintas prácticas a lo <strong>la</strong>rgo<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> historia.<br />
Al inicio se centraba so<strong>la</strong>mente en el voto y en acciones <strong>de</strong><br />
campaña, para llegar hoy en día a expresiones cada vez más<br />
creativas y mo<strong>de</strong>rnas, manifestadas a través <strong>de</strong> <strong>la</strong>s re<strong>de</strong>s sociales,<br />
por ejemplo.<br />
El resultado, es que <strong>la</strong> participación política ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser<br />
vista como acciones tradicionales, dado que los ciudadanos están<br />
encontrando formas más diversas e inmediatas <strong>de</strong> expresar sus<br />
opiniones y <strong>de</strong> ejercer influencia política.<br />
¿Qué está pasando en <strong>la</strong> actualidad?<br />
Solemos creer que son muy pocas <strong>la</strong>s personas que participan<br />
activamente en política y ciertamente es así. Sin embargo, si<br />
analizamos los números <strong>de</strong> manera comparativa y siguiendo<br />
el Barómetro <strong>de</strong> Las Américas (2012), los peruanos <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ran un<br />
alto grado <strong>de</strong> participación en protestas: un 13% afirma haberlo<br />
hecho en el último año. Parece poco, pero es el tercero más alto <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> región, solo nos supera Bolivia (18%) y Haití (17%).<br />
Más allá <strong>de</strong> <strong>la</strong> participación, lo que también es interesante<br />
consi<strong>de</strong>rar, es el apoyo que reciben este tipo <strong>de</strong> manifestaciones.<br />
Según datos <strong>de</strong> Ipsos <strong>Perú</strong> (julio, 2011), más <strong>de</strong> <strong>la</strong> mitad <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
opinión pública nacional aprueba <strong>la</strong>s marchas por <strong>la</strong>s calles y<br />
un porcentaje ligeramente menor, <strong>la</strong>s manifestaciones en p<strong>la</strong>zas<br />
públicas. El interior <strong>de</strong>l país y los niveles socioeconómicos más<br />
bajos, son los segmentos que reve<strong>la</strong>n más ampliamente su<br />
aprobación con este tipo <strong>de</strong> protestas.<br />
Este respaldo se da, bajo <strong>la</strong> premisa <strong>de</strong> que sean expresiones pacíficas,<br />
ya que otras formas <strong>de</strong> participación, tales como el bloqueo <strong>de</strong> calles<br />
o carreteras apenas alcanzan el 10% <strong>de</strong> aprobación.<br />
Otro dato l<strong>la</strong>mativo, es que dos tercios <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción consi<strong>de</strong>ra<br />
que <strong>la</strong>s movilizaciones, respon<strong>de</strong>n a necesida<strong>de</strong>s y rec<strong>la</strong>mos<br />
legítimos <strong>de</strong> los ciudadanos. Asimismo, casi dos <strong>de</strong> cada cinco<br />
entrevistados afirmó que <strong>la</strong>s manifestaciones y protestas son un<br />
fenómeno natural <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>mocracia.<br />
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