Aun no estoy muerto

de mi padre. La gira de Foxtrot se reanuda en Croydon, al sur de Londres, el 7
de enero de 1973, seis días después de su funeral. Continúa por el resto de
Europa, regresa al Reino Unido de nuevo y a continuación se traslada a
Norteamérica, donde actuamos en el Carnegie Hall. No toca a su fin hasta
llegar a París y Bruselas el 7 y 8 de mayo respectivamente. Una gira difícil
para una época difícil, y los disfraces de Peter se vuelven más extravagantes a
medida que avanza la gira.
Para Watcher of the Skies se pone pintura fluorescente en la cara, una capa y
alas de murciélago en la cabeza. Y no es el gran final; es la canción de apertura
del concierto. El dramatismo aumenta gracias a una introducción larga y
tétrica que Tony toca con el Mellotron (ahora sí, en los ciclos correctos).
La teatralidad de Peter ya forma parte esencial del directo. Por lo que a la
prensa y al público se refiere, es el Estilo Genesis. Y en el contexto de
principios de los años setenta no resulta tan descabellado. Alice Cooper hace
cosas raras con serpientes, Elton John se viste como un pato y se pone unas
gafas más grandes que la cabeza, los Who hacen álbumes conceptuales a
diestro y siniestro. Sin embargo, la nuestra es una extravagancia de otro tipo,
una rareza muy inglesa, lo cual quizá explica que vaya a gustar tanto en
Estados Unidos.
Dice la reseña que hace Rolling Stone de Genesis Live, el álbum que
lanzamos en julio de 1973: «Este álbum contribuye en gran medida a captar
ese poder de atracción y ese misticismo que lleva a muchos fans a asegurar
que Genesis es “el mejor grupo en directo de todos los tiempos”. Títulos como
Get ’Em Out by Friday y The Return of the Giant Hogweed son muy
reveladores del modus operandi del grupo: un moralismo extraño y visionario
que recuerda mucho a Yes y Jethro Tull. Las producciones audiovisuales de
Genesis, sin embargo, son anteriores a las de esos grupos y sus días de
aprendizaje quedan bien patentes por el alto nivel de los temas tan diversos que
desarrollan, tanto a nivel vocal como instrumental».
Después del lanzamiento de Genesis Live apenas tenemos un respiro antes de
ir a una casa de campo preciosa pero un tanto desvaída en Chessington, Surrey,
para componer el próximo álbum. No recuerdo cómo llegamos, pero los
dueños son una pareja simpática y sé que había hijas atractivas de por medio.
Colocamos el equipo en el salón, así que imagino que la pareja se había
ausentado.
En este ámbito insólitamente doméstico nacen The Battle of Epping Forest y,
sobre todo, The Cinema Show. Basado en un riff de guitarra de Mike en 7/8,