Aun no estoy muerto

Papá está en casa! Ese verano de 1985 que sigue al Live Aid intento por todos
los medios volver a ser un hombre de familia. Por lo general me toca estar
con Simon y Joely durante las largas vacaciones escolares y, dado que pasan el
resto del año en Vancouver y que yo siempre estoy ocupado en algún lugar,
estos meses de verano que podemos pasar juntos son sagrados. Aunque Joely,
Simon y yo hablamos con frecuencia, cada visita es una sorpresa. Ambos
vienen con personalidades más marcadas, cada vez más preocupados por la
moda, más conscientes de sus peinados y, por supuesto, más altos.
Tengo muchos vídeos caseros de esa época y es fascinante escuchar la
evolución de sus acentos. En concreto, Joely poco a poco pasa de tener el
acento de una remilgada inglesita a una mezcolanza medio británica, medio
canadiense. Ambos se están convirtiendo en jóvenes adorables y muy
educados, aunque, por supuesto, estos cambios conllevan problemas; ojalá
hubiera estado cerca para vivirlos a su lado. Para mí y para mis hijos,
geográficamente tan distantes, los dolores del crecimiento se dan a ambos
lados del charco.
Nuestra casa ahora es Lakers Lodge, en Loxwood, West Sussex. Tomamos
la decisión de mudarnos de Old Croft mientras estaba grabando No Jacket
Required en Londres. Jill se hizo cargo de la importante tarea de encontrar un
nuevo hogar mientras yo permanecía liado en el estudio. No es exactamente lo
mismo que hizo mi madre, que tuvo que comprar una casa nueva y trasladar a
la familia en el transcurso de la jornada laboral de mi padre, pero tampoco es
moco de pavo.
Lakers Lodge data de principios del siglo XVIII, cuando se llamaba Beggars
Bush. Edificio protegido de categoría II, es una antigua casa georgiana, de
construcción sólida, con un terreno de casi cinco hectáreas y un jardín cercado
de diseño formal. Más tarde cavamos un estanque, lo que me permite hacer con
mis hijos lo que mi padre hacía conmigo: pasar tiempo en barca. Esta casa fue
el centro neurálgico de la zona durante la Segunda Guerra Mundial: tengo
fotos de un destacamento haciendo prácticas de disparo en el césped.
La finca cuenta con un personal un tanto reducido: una pareja de mediana
edad que se llaman Len y Joyce Buck, quienes llevan veinticinco años viviendo
ahí. Len es un jardinero tranquilo de la vieja escuela con motivos para estar
orgulloso, que sabe a la perfección cuándo cosechar y cuándo sembrar. Joyce
es el ama de llaves y la jefa.
El anterior propietario les había dicho que sus servicios no serían