Aun no estoy muerto

de aquellos agridulces interludios con Lily en el coche, después de separarme
de Jill.
Los recuerdos son así de específicos, así de emblemáticos. Estas canciones
las llevo en la sangre. Y eso es antes incluso de pensar en el presente, en 1995:
este año mi casi coetáneo Elton John ha ganado un Oscar, un Grammy y un
Globo de Oro por su trabajo en la banda sonora de El rey león.
Cuando eres compositor y recibes una llamada de teléfono diciendo que
Disney desea que compongas para ellos, piensas: «Dios mío, me están
invitando a un club que parecía inalcanzable».
Entonces, justo después, piensas: «Dios mío, me están pidiendo que haga
algo que no me veo capaz de hacer».
El cuarteto de Disney me cuenta la historia. Es Tarzán y tiene sentido que
hayan pensado en mí: hay tambores, ritmos de la selva, percusión. Sobre el
papel encajo bien. Aun así, no estoy seguro. Sería un proyecto descomunal. Y
no estoy seguro de que ellos estén seguros. ¿Es que nadie ha contado a Disney
que mi disco más reciente es Both Sides, que no es mi primer sino mi segundo
disco de divorciado tristón? ¿Y es que no han oído hablar del escándalo del
fax, por no mencionar el escándalo fiscal?
Estos tipos son estadounidenses, así que en gran medida viven ajenos a los
encantos de los tabloides británicos. Además, son Disney. Saben lo que están
haciendo. Chris Montan, a cargo de la producción musical, tuvo la brillante
idea de contratar a Elton para El rey león, así que no es ningún tonto. Además,
no demasiados oyentes captaron los matices líricos de Both Sides y, a pesar de
su aparente fracaso, vendió unos siete millones de copias en todo el mundo.
Creo que Chris pensaría más o menos así: «Este tío vende, lleva mucho tiempo
vendiendo y necesitamos a alguien que venda en nuestra película».
Sin embargo, preocupón como siempre, no puedo evitar decir:
—No sé si soy capaz de escribir una canción como Be Our Guest de La bella
y la bestia. No sé si soy capaz de «ser» el candelabro que canta a todas las
ollas y sartenes. No puedo hacer las canciones-espectáculo y tampoco estoy
seguro de poder escribir las canciones divertidas.
El equipo de Disney responde:
—Si fuera eso lo que queremos, se lo habríamos pedido a Alan Menken (el
preeminente compositor de teatro y cine estadounidense). Queremos que seas
tú mismo.
La niebla se disipa.
—Ah, bueno, si queréis que sea yo mismo, supongo que eso sí sé hacerlo.