Aun no estoy muerto

multiplica por dos.
Incluso al publicista de la discográfica estadounidense encargado de escribir
el comunicado de prensa le resulta evidente. «A pesar de toda esta actividad, el
imparable Phil Collins encontró tiempo para actuar y grabar con su “segundo”
grupo, Brand X —proclama el material publicitario de Wind & Wuthering—,
así como para realizar otras sesiones…».
De solista un tanto reticente he pasado a ser solista con confianza en mí
mismo sin (espero) ser arrogante. Nos encomiendan material nuevo y lo
bordamos. Una vez más, compartimos los créditos de las canciones. Steve y yo
componemos Blood on the Rooftops y todos contribuimos a In That Quiet
Earth. En Wot Gorilla, cuyos créditos compartimos Tony y yo, aspiro a
recrear a Weather Report. Pero es durante estas sesiones cuando Steve
comienza a sentir la picazón del compositor.
Sin embargo, en mi mundo lo más importante, y con mucha diferencia, es
que en cualquier momento Andy va a dar a luz a nuestro primer hijo en común.
Como es obvio, este hecho sería trascendental en cualquier época, pero para
mí, tras haber pasado tanto tiempo lejos, la repercusión emocional es mayor.
Como Andy está embarazada desde el comienzo de 1976, no me ha
acompañado durante la mayor parte de la gira de Trick of the Tail. Mientras
ella permanece atrapada en casa, en Ealing, yo he estado recorriendo el
mundo, tratando de convertirme en cantante.
Simon Philip Nando Collins nace el 14 de septiembre de 1976. Philip por
mí, Nando por el padre de Andy. En teoría Genesis podría haber retrasado el
inicio del álbum para que yo pudiera estar en casa para el parto y evitarme los
ataques de pánico o los viajes de emergencia sobre el mar del Norte. Pero esto
es Genesis y el espectáculo debe continuar. En retrospectiva, yo podría haber
dicho: «Que se vaya a la mierda Genesis, me voy a cuidar a mi esposa». Pero
se espera de nosotros que lo demos todo al grupo, incluso si en el futuro hay
intentos recurrentes de rehacer tales situaciones: «Hombre, si nos lo hubieras
dicho, habríamos podido aplazar la fecha de inicio». Pero, aunque mis
actuaciones como cantante me han dado valor, de puertas adentro sigo siendo
demasiado tímido para decir lo que pienso. Es difícil librarse de las viejas
jerarquías, tanto en casa como en el trabajo.
Para decirlo de otra manera: todos los músicos son iguales, pero algunos
son más iguales que otros. He dado un paso al frente, doy todo lo que tengo
(con franqueza, he sido clave para evitar la desintegración del grupo), pero
todavía siento que no debo molestar a nadie. La inseguridad de Collins ataca de