08.06.2017 Views

Aun no estoy muerto

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

tanto.<br />

Tras una docena de tomas, aún <strong>no</strong> me han pedido que toque nada en<br />

concreto. He tocado lo que a mí me parecía adecuado. Sigo tocando, tocando y<br />

tocando. Durante todo este tiempo <strong>no</strong> he recibido ninguna opinión de Spector,<br />

lo cual resulta un poco desconcertante. Pero yo solo <strong>estoy</strong> intentando encajar,<br />

quedar bien, <strong>no</strong> perder los nervios ni el compás.<br />

En cierto momento se acerca Martin, el chófer.<br />

—¿Todo bien, Phil?<br />

—Sí, sí, genial… ¿Tienes un cigarrillo?<br />

Al fin, tras repetir <strong>no</strong> sé cuántas veces Art of Dying, oigo las palabras<br />

fatídicas de Spector:<br />

—Muy bien, muchachos. Congas, ¿puedes tocar esta vez?<br />

Ni siquiera tengo <strong>no</strong>mbre. Y lo peor de todo: ni siquiera me ha oído. Ni una<br />

vez.<br />

Estoy ahí, de pie, mirándome las ma<strong>no</strong>s ensangrentadas, tal vez un poco<br />

mareado tras todos esos cigarrillos, y pienso: «Spector, cabronazo. Tengo las<br />

ma<strong>no</strong>s destrozadas y ni siquiera me has estado prestando atención».<br />

Billy y Ringo, situados a cada lado de mí, se ríen. Noto que se apiadan de<br />

mí. Saben que me he esforzado y seguro que comprenden lo nervioso que está<br />

este adolescente. Lo nervioso que ha estado toda la tarde. Entregarse con todo<br />

el entusiasmo para que todo lo echen por tierra de un modo tan cruel…<br />

Pero, por lo me<strong>no</strong>s, así se rompe el hielo y tocamos unas cuantas veces más.<br />

Y luego todo el mundo desaparece. Así, sin más. Salgo a llamar a Lavinia<br />

desde la cabina telefónica del vestíbulo.<br />

—¡No te vas a creer dónde <strong>estoy</strong>! ¡En Abbey Road! ¡Con los Beatles! —Lo<br />

que de verdad <strong>estoy</strong> diciendo es: «No me puedo creer la suerte que tengo. Te<br />

vas a poner juguetona conmigo después de esto». ¿Ampollas en las ma<strong>no</strong>s?<br />

¿Qué ampollas?<br />

Vuelvo y me encuentro el estudio vacío. Parecía el Mary Celeste, ese<br />

bergantín hallado en el océa<strong>no</strong> a toda vela y sin tripulación. George, Ringo,<br />

Billy, Klaus, Mal… Todos se han ido. Es evidente que hay una fiesta en algún<br />

lugar, y es más evidente aún que a mí <strong>no</strong> me han invitado. En ese momento<br />

aparece Martin.<br />

—Oh, creo que esto es todo por esta <strong>no</strong>che. Creo que van a ir a ver el fútbol<br />

—dice, dando a entender que <strong>no</strong> han resistido la tentación de ver un partido de<br />

Inglaterra en la tele.<br />

Ati<strong>no</strong> a soltar un lastimero:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!