Los 39 escalones - John Buchan
Richard Hannay era joven, era rico y se aburría. Y cuando por puro aburrimiento escuchó la extraña historia que le contaba su vecino del piso de arriba, no se imaginó que acababa de meterse en una trampa infernal, y que debería desentrañar el misterio de los 39 escalones si quería salvar a Europa de una intriga siniestra y librarse él mismo de una muerte segura.
Richard Hannay era joven, era rico y se aburría. Y cuando por puro
aburrimiento escuchó la extraña historia que le contaba su vecino del piso de
arriba, no se imaginó que acababa de meterse en una trampa infernal, y que
debería desentrañar el misterio de los 39 escalones si quería salvar a Europa
de una intriga siniestra y librarse él mismo de una muerte segura.
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habría algún tipo de defensa en torno a la casa, de modo que atravesé el bosque a<br />
gatas, tanteando cuidadosamente el terreno ante mí. Hice bien, pues al fin encontré un<br />
alambre a unos sesenta centímetros del suelo. Si hubiese tropezado con él,<br />
indudablemente habría disparado alguna alarma en la casa y habría sido capturado.<br />
Unos cien metros más adelante encontré otro alambre hábilmente colocado en el<br />
borde de un pequeño arroyo. Al otro lado estaba el páramo, y a los cinco minutos me<br />
encontré rodeado de helechos y brezos. Pronto llegué al límite de la elevación, a la<br />
angosta hoya de donde fluía el canal del molino. Diez minutos después tenía la cara<br />
debajo del manantial y bebía litros de la bendita agua.<br />
No me detuve más hasta que hube puesto una veintena de kilómetros entre la casa<br />
y yo.<br />
www.lectulandia.com - Página 58