REVISTA INGENIERÍA DEL MANTENIMIENTO EN CANARIAS
Edición número 12 de la REVISTA INGENIERÍA DEL MANTENIMIENTO EN CANARIAS
Edición número 12 de la REVISTA INGENIERÍA DEL MANTENIMIENTO EN CANARIAS
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Capitalizar el Mantenimiento
José Manuel Solanot García
Figura Nº 3: Espectros de ultrasonidos en rodamiento, antes y después de engrasar.
Otro ejemplo del cambio de condición en un elemento
lo podemos obtener con los ultrasonidos
(ver Figura Nº 3).
En él se ve que, con una sencilla actuación de engrase,
advertida por este método, se puede solucionar
un futuro problema.
Este tipo de actuaciones, son sólo un ejemplo
que, sin embargo, no suelen trascender más allá de
nuestros departamentos. Normalmente son “invisibles”
para el departamento financiero o la dirección
de la empresa. En el ejemplo que se ha puesto,
el motor ya había excedido en varios años la vida
útil estimada por el fabricante. Entonces, ¿cómo
podemos dar valor a nuestro programa? ¿cómo aumentamos
la visibilidad de nuestras metodologías
ante la dirección de la empresa?
2. ¿CÓMO HACEMOS VISIBLE LO INTANGIBLE?
Si cuando algo sale mal, enseguida “nos sacan
los colores” por el coste que supone para la cuenta
de resultados de la empresa, ¿qué pasaría si, cuando
todo va bien, las máquinas
funcionan, o se alarga la vida
de las instalaciones y/o equipos
gracias a un buen mantenimiento,
fuéramos capaces
de valorar el ahorro que esto
significa para la empresa?.
Pongamos como ejemplo el
mismo motor que vimos antes.
La vida útil de ese motor,
según la estimación del fabricante,
es de 15 años. Si
descontamos los primeros
2-3 años, en los que estaría
cubierto por la garantía, nos
quedarían 12 años de vida del
motor, en los que tenemos
que procurar que no ocurra
nada, para evitar un coste adicional
a la empresa. Para ello,
diseñamos un plan específico
de mantenimiento, que intente
cubrir cualquier anomalía.
Evidentemente, este plan tiene
un coste (¿o es inversión?),
que se carga, habitualmente,
en el “debe” del equipo, junto
con la amortización.
Pero ¿qué pasa a partir del
año 15? No se puede valorar el
estado de ese motor en las mismas condiciones que
en los primeros años y, sin embargo, procuramos
“estirar” al máximo la vida de los equipos para poder
ahorrarnos la compra de uno nuevo. Además, a
esto, hay que sumarle, que también ha superado el
plazo de amortización fijado por el departamento
financiero. Pues a pesar de todo esto, no hay reflejo
alguno, ni ningún tipo de “asiento”, en la cuenta de
resultados de la empresa.
Pues bien, ¿y si ponemos en el “haber” de esa
cuenta los días, o los meses, o los años, en los que
no ha sido necesario sustituir un motor, que está
fuera de su vida útil y ha superado su plazo de
amortización?
Sin pretender hacer un estudio económico-financiero
en profundidad, quiero poner sobre la mesa,
a modo de ejemplo, un caso real, en el que vamos
a comprobar, “con números”, el verdadero ahorro
que supone tener un buen mantenimiento.
Continuemos con otro equipo en la línea de los
ejemplos anteriores, pero ahora vamos a ponernos
INGENIERÍA DEL MANTENIMIENTO EN CANARIAS - N.º 12 - 2019
92