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Comunicações
1993; Grehaigne, 1997; Sforza, Michielon, Grassi, Alberti y
Ferrario, 1997; Jordanov y Shishkov, 2001). Otros autores utilizan
combinaciones de diferentes tecnologías para el registro de
los datos (Verlinden, Van Onsem, Michils y Goosens, 2001). La
línea actual de trabajo incide en la mejora y desarrollo de los
sistemas digitales de registro (video digital). Ohashi, Togari,
Isokawa y Suzuki (1988) y D’Ottavio y Tranquili (1992), utilizan
un sistema compuesto por 2 cámaras sincronizadas, que
permiten conocer las distancias recorridas por un jugador.
D’Ottavio y Castagna (2002) han aplicado esta metodología al
estudio de la actividad desarrollada por los árbitros durante los
partidos de fútbol. La dificultad que supone la observación y el
registro simultáneo de la actividad de los 22 jugadores, hace
que el registro del jugador portador del balón, o los jugadores
próximos al mismo, adquieran una excesiva relevancia
(Grosgeorge, 1992). En esta línea el sistema CAIROS (Holzer,
Hartmann, Beetz y Von der Grün, 2003), trata de utilizar unos
transmisores instalados en las espinilleras de los jugadores y en
el balón que determinan la posición instantánea de los jugadores
y del balón a lo largo de todo el partido. Este sistema se
encuentra aún en fase de desarrollo y su utilización requiere la
colaboración de todos los jugadores, que deben acceder a la
instalación de los transmisores. Los sistemas de vídeo capaces
de identificar automáticamente los movimientos de los jugadores
en el espacio de juego, como el sistema AMISCO®, PRO-
ZONE y ASCENSIO, orientan las tendencias de futuro en la
investigación de la acción de juego en el fútbol, ya que posibilitan
el registro inmediato de los acontecimientos más relevantes.
Su utilización supone la acumulación de gran cantidad de
información que, deberá ser analizada adecuadamente. Según
Franks (1988) lo importante para el rendimiento no es un sistema
computerizado, sino la recopilación cuantitativa de parámetros
explicativos. La utilización de la tecnología no ha provocado
la estandarización de las observaciones, sino una mayor
diversificación en las mismas (Zubillaga, 2006). La facilidad de
manejo de grandes cantidades de información hace que se recopile
un mayor volumen de datos, pero sin referencia a modelos
de análisis que determinen su pertinencia. Como ya hemos
señalado en el primer apartado, son varios los autores que
advierten del peligro de “sobreinformación” y recomiendan una
correcta conceptualización, que permita establecer un proceso
lógico de observación, registro y análisis de la acción de juego
(Grosgeorge, 1992; Franks, 1988).
APLICACIÓN DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA
AL FÚTBOL
J. Pino Ortega, C. Padilla Sorbas, M. Moreno Contreras, M.
Hernández Hernández & J. Frutos Gallego
Facultad de Ciencias del Deporte - Universidad de Extremadura
En la década de los setenta, con el desarrollo de la tecnología
informática, aparecieron una serie de programas cuya finalidad
era gestionar datos espaciales georreferenciados. En los primeros
momentos se necesitaba un potente instrumental para
poder trabajar con ellos; pero poco a poco se fueron desarrollando
mejoras técnicas que han ido simplificando y popularizando
la utilización de este tipo de programas. Algunos autores
han llegado a afirmar que “los Sistemas de Información
Geográfica son el paso adelante más importante desde la inven-
Rev Port Cien Desp 7(Supl.1) 21–84
ción del mapa” (CHORLEY, 1987). Los Sistemas de
Información Geográfica (SIG) ofrecen numerosas ventajas respecto
a la cartografía convencional, puesto que de forma automática
permiten manejar datos espaciales internamente referenciados,
producir mapas temáticos y realizar procesos de
información de tipo digital” (CONESA GARCÍA, 1996). Todo
ello justifica todo aquel esfuerzo de síntesis que se realice para
conocer y entender mejor los aspectos más relevantes de estos
sistemas.
El desarrollo de los SIG ha corrido paralelo al progreso del
hardware y del software informático. Los avances en la tecnología
de los ordenadores personales (PC) se han visto correspondidos
con unos Sistemas de Información Geográfica más potentes
y fáciles de manejar (CASSETARI,1993).
Quizás los aportes más importantes de los SIG, como defienden
Obermeyer y Pinto (1994), respecto a otros sistemas de
información, son el marco de referencia donde se organiza y su
capacidad de realizar análisis geográficos.
En el ámbito del deporte no se ha utilizado el SIG, en este trabajo
presentamos un sistema basado en el Sistema de
Información Geográfica aplicada al fútbol.
ANÁLISE DA INTERACÇÃO GUARDA-REDES/DEFENSOR DURANTE
O JOGO DE ANDEBOL, COM RECURSO À ANÁLISE SEQUENCIAL
João Prudente 1 , Júlio Garganta 2 & Teresa Anguera 3
1 Universidade da Madeira; 2 Faculdade de Desporto - Universidade do
Porto; 3 Universidade de Barcelona
A importância do guarda-redes numa equipa de Andebol tem
sido salientada por diferentes autores (Magalhães, 1999;
Medina, 2003; Oliveira, 1996; Silva, 2000; Volossovitch, 2002;
Vuleta et al. 1999). A situação do guarda-redes no terreno de
jogo, torna-o o foco das atenções, nomeadamente do público
que assiste à competição, bem como dos media, sendo a sua eficácia
alvo de uma avaliação atenta. Contudo tal análise peca,
por vezes, pelo facto não incorporar as situações de interacção
que ocorrem entre guarda-redes/defensor durante o jogo, tais
como: situações em que os defensores limitando o espaço de
entrada ou o lado para onde se pode virar o atacante, de algum
modo interferem nesta luta entre o rematador e o guardaredes,
como nos remates de 6 metros e das pontas; ou situações
em que face à posição do defensor, entre o rematador e o
guarda-redes, este é obrigado a ter em conta o comportamento
do rematador mas também o do(s) defensor(es), como é o caso
dos remates de meia-distância.
No presente estudo pretende-se verificar a eficácia do guardaredes
na defesa da baliza, considerando a sua interacção com
o(s) defensor(es). A amostra do presente estudo abrange os
comportamentos de colaboração observáveis, dos guarda-redes
e dos defensores, ocorridos durante as sequências ofensivas
registadas a partir de onze jogos das fases finais do
Campeonato da Europa (CE) 2002 e de catorze jogos do
Campeonato do Mundo (CM) 2003. Cada sequência ofensiva
foi considerada desde o momento imediatamente anterior à
recuperação da posse da bola até ao momento da perda da
posse da bola, permitindo assim observar os comportamentos
durante a fase da defesa até ao momento da recuperação da
posse da bola. Recorreu-se à metodologia observacional,
nomeadamente aos procedimentos de análise sequencial e aná-