LIBRO SEGUNDO - Bicentenario

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do lalegislaci6n, segiln f rase de Portalis, sino tan s6locomosentenclas
aisladas qua tienen valor an a] caso concreto, an la controversia
particular qua an cada amparo establece si se violaron o no las garantfas
individuales. En Is Corte, muchas veces durante la discusi6n
de un negocio se llama Is atenei6n a los ministros sobre ejecutorias
anteriores qua han resuelto an determinado sentido el
asunto sujeto a revisi6n, y generalmente esos toques de atenei6n
son ineficaces, porque, a las ejecutorias no ve enez",ntran a Ia rnawo
de*tZe Imerlo, o bien no fueron votadas por mds de nueve ministros,
ni son cinco no interrumpidas por otras an coutrario^.
El senor licenciado Sodi hace las siguientes importantes y
pasmosas revelaciones (p6gina, 429): eSeria do desear qua el alto
Cuerno, encargado do la interpretaci6n de los preceptos constitucionales,
se preocupara algo mAs de sus fallos y qua fuera consecuente
con sus propias resoluciones. i.Es esto posible? Seguramente
no an estos momentos, dada Is forma del despaf;ho an el
tribunal piano. Muchas oeasiones los ministros no nos Xjanos an
lo qua lee el secretario, ni an lo qua ewpon, el revisor. Nos entretenomos
en, la Iectura (14 los perll'ddi^war, an deApachar nve,6era CarreYpOnd,"icia
privada, an estudiar expedientes, en ronveyverr con W own.
pa&-ros, y por esta causa, cuando el presidente ordena qua se reco-
ja la vot%ci6n, coutestamos: 4como el wanistro rp nisur^,sin sabor realiftwt6
to que votaviox. Para corregir eate vicio seria conveniente
gae 7o& ewuerdo8 fuesen pilblicos, y no reservad'.m Como lo son an Is
actualidad por un precepto ael reglamento interior. Con acuerdos
pfiblicos, los interesados y abogrados sabrian si se rallaban los
negocios an tal o cual forma; oirfan las discusiones, podrfan penetrarse
del alcanco do las ejecutorias, y los ministros, en preseucia
del p6b)ico— cguardarian la compostura y1a (1h,11c;4n
indispensable en a] desempefio de Ins funcioaes tan altas que la
ley les contiere*.
Las import-ante% y houradas declaraciones del senor ficenciado
Demetrio Sodi, expresadas con una valentfa qua lo enaltece,
nos dan a conocer una parte minima de los vicios ocult,)s de aqua-
D& Suprema Corte de J usticia (1).
(1). El neilor licenciado Alonzo Rodriguez Nfiranift, ministro de la Corte,
ha dicho:
.Resolvi6ndose por el tribunal pleno compueato do quince ministros y sian-