LIBRO SEGUNDO - Bicentenario

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tan ofendida; pero el licenciado Cervantes dej6 de ser secretario
de Gobierno. Y Martin GonzAlez hubiera. dejado de ser goberna.
dor inmediatamente si no hubiera, solicitado los talentos. del licenciado
don Miguel Bolaflos Caclio, de positi yas facultades como gobernante,
que lo sac6 de toda clase de dificultades.
Hubo necesidad imperiosa, al fin, de quo cCaclito^ dejara su.
fusuls, y io sustituy6 el licenciado don Emilio Pimentel, cientifico
cpur sang^, ufia y carne de Rosendo Pineda. Pimentel gobern6
tan mal, con tales apasiouamientos, tales Wrpezas, tal dolo, tanta
vanidad, sin raz6n y apocaLniento, que.. Jparece inerefbie ....
ise echaba de memos la administraci6n de Martin Gon74lez!
Pasando sobre influidad de figuras decorativas, que Tueron
manejados por sus secretarios de Gobierno y que no merecen ni
ser mencionados, debo ocuparme en esta generalizaci6n de tres
Estados quo soportaron oprobiosas tiranfas: Veracvuz^ Puebla y
Chihuahua.
Don Teodoro Dehosa parecfa. que era dueflo del Estado de Ve.
racruz. Elecciones venfan y elecciones pasaban, y 61 continuaba
de gobernador. Veracruz le babfa sido entregado en feudo, y como
tenfa ligas estrecbfsimas con el Caudillo y esa amistad nadie
logr6 quebrantarla, fueron inu'tiles todos los trabajos que se.
emprendieron para apartarlo del Gobierno de aquel riquisimo Estado.
Los mAs inquietos eran los conservadores, que m-As tarde,
en el Gobierno de Madero, Ilevaron al Poder valiendose del fraude
electoral, al licenciado Wrez Rivera— cP46rez Rive ronio,—como se
le decfa do guasa.
Deliesa fue un liberal sincero que siempre apart6 de sf todo
lo que significaba obscurantismo y oliera, a sacristia y jesuitismo.
Fue, adem6s, un incansable difundidor de Is instrucci6n y educaci6n
del pueblo. Veracruz era el Estado que sostenfa mayer ndmero
de escuelas, y es notorio que an ^Escuela Normalista o y su
cInstitute Cientifico x^ son verdaderos focos do saber, de ilustra.
ci6n, do progreso y liberalismo. IvIds ai^n: era sincero partidario
do las mejoras p6blicas, y todas las ciudades y villas del Estado
realizaron, desde ese punto de vista, verdaderos progyesos. Pero
Debesa tenfa reconocidas debilidades por sus amigos: era muy
vanidoso, wuy apasionado, muy personalista, muy reacio pars
&tender las quejas do la opiai6n pdbLica, muy dominador, con pr(>-