19.04.2013 Views

LIBRO SEGUNDO - Bicentenario

LIBRO SEGUNDO - Bicentenario

LIBRO SEGUNDO - Bicentenario

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-114—<br />

diplomg,tica cuando la opini6n piiblica, nacionai le recI%zn6 aquel<br />

discurso. Pero no fue asi; el general Diaz sontfa por 61 un sincero<br />

afecto, y mal podia reprochar en an ministro de Negocios Extranjeros<br />

ideas, preocupaciones y temores que erari los suyos propios.<br />

El general Dfa7 tuvo miedo de la tCasa Blanew , y se pleg6 a<br />

I& politim yanqui. El Caudillo siempre temia que Ilegara a producirse<br />

un choque entre N16xico y los Estados Unidos. sinti6ridose<br />

derrotado de antemano. iQu6 lejos do la realidad estaban of Caudillo<br />

y su ministro do Estado! Ahora que. hemos visto la conducta<br />

seguida por los yanquis, y que ellos wismos han comprendido toda<br />

I& alteza de caralcter y el patriotismo sin Ifmites de nuestro pueblo,<br />

no nos explicamos c6mo aquellos hombr ps sentian esos temores<br />

infantiles, que por fortuna ya han desapareeido para nosotros.<br />

IA consecuencia de aquellas debilidades fue que M6zico quedara<br />

supeditado a la voluntad do la cCasa Blanca^, hasta toner que<br />

soportar la existencia de I& estaci6n carbonera de tPichilingue3,,<br />

que concedi6 Ju6rez, en la entrada de la bahfa de La Pa4 B. C.,<br />

y Is do Acapulco, que disimuladamente existi6; que se permitiera<br />

Is estacl6n do las escuadras norteamericauas en bahia Magdalpna,<br />

que casi se entreg6; y a retardar la cuesti61) del cChawizal^ in.<br />

definidamente. Pero, mAs que esto, lo que molest6 siempre a ]a<br />

,opini6n p6blica on sumo grado, fue esa debilidad continua que se<br />

tuvo para darle a los yanquis on nuestra propia tierra ]a preferencia<br />

en todo. Ya so sabia que no habfa controvcrsia, libigio, reclamacift<br />

o petici6n de yanquis o do compaWaso empleadosvanquis,<br />

que no tuTieran pleno y absoluto 4xito. Los yanquis eran, entre<br />

mosotros, seres superiores,extraordinarios, intangibles, infalibles<br />

y ornnipotentL q . Bastaba la mds f6til queja del tsenor embajador>,<br />

pre-sentada (!(,-.i cualquier pretexto en Relaciones. para que el senor<br />

Mariscal perdiera sus naturales apatias y dirigiera a las dem6-s<br />

secretarfas de Estado oticios casi conminaiorios para que el<br />

yanqui pie ura objeto de ellos y que so liabia quejado con ma's 0<br />

menos ru/6u, oAuviera lo que queria. Y todo esto pronto, inmediatamente,<br />

quo al csefior embajador^ no le gustaba esperar.<br />

Resultado de esta ,-,ceiisurablescoiideseendeiieias fueron: que<br />

Ins yanquis se consideraran uuestros amos y que vieran con el<br />

4mayor desprecio a nuestras autoridades y a los mexicanos en general;<br />

que hicieran lo que se les ant(:)jaba en todo el pats y que<br />

fu6rainos perdiendo, de un modo real y seguro, nuestra propia<br />

soberanfa.<br />

No s6, ni quiero prever, cuil serA nuestro f uturo frente a

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!