LIBRO SEGUNDO - Bicentenario
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Diaz no supo apreciar los talentos y entusiasmos de Madero y lo<br />
desden6 de un modo inexplieabla. Dehesa qued6 muy contrariado<br />
do este insuceso, pues alentaba esperanzas salvadoras. Crey6 que<br />
renunciando el general Diaz a sostener la candidatura de Corral y<br />
dejando en libertad la elecci6n de Vicepresidente, se resolveria Is<br />
crisis tremenda que ya, se anunciaba. Esos prop6sitos senalan a<br />
un verdadero politico y a un hombre hAbil.<br />
Desgraciadamente cla pandillw^ no dejaba de pintar a Madero<br />
con las liaeaa del mis desastroso ridiculo y bajo una forma despreciable.—cEs<br />
peor quo Zliniga, y Miranda>, deela don Pablo Macedo.<br />
—cNo hay que hacerle caso;-, repetfa Pineda.—ellay que do.<br />
jar a ese pigmeo que haga lo que quiera*, anadfan los demAs.<br />
Y asf fueron los resultados: eel pigmeo^ aplasL6 al ooloso.<br />
Toe& hacer una ligera descripei6n de lo que f us el cPachalato-v<br />
de don Mucio Martinez, en el atribulado Estado de Puebla.<br />
4)on Mucio Martinez Ueg6 a Puebla en malas eondiciones pe.<br />
cuniarias, y desempetO empleos humildfsimos por Topeaca o Ix<br />
caquixtla. Despuds fue hecho coronel do un cuerpo de caballeria<br />
al triunfo de Is revoluci6a de Tuxtepec, y a la separaci6n de don<br />
Rosendo M&rquez nombrado gobernador del Estado.<br />
Por 16 o m6s anos, fue el amo y senor -de todos los poblanos,<br />
ejerciendo una Urania tan extremada, tan personalista y dolorosa,<br />
que Puebla f us iina do las ciudades y uno de Jos Estados m6.s eastigados<br />
p9r Is dictadura.<br />
Mucio Martinez s6lo entendi6 una forms de gobierno: cque se<br />
hiciera su absoluts, y omnfmoda voluntad,osucediera lo que sucediera^.<br />
Naturalmente, vinieron a servirle, humildes y vergon2antes.<br />
para alcanzar su parto de dominaci6n y de influencia, los elementos<br />
que siempre se asocian en todas partes a Is tiranfa: el clero<br />
y los terratenientes. Asf fue como Mucio Martinez se convirti6<br />
en un gobernador reaccionario por excelencia, aunque so dijera li.<br />
beral. A miLs de todo esto, foe un ccientifico^ incondicional, amigo<br />
carinoso de Reyes Spindola y protector de cEl Mundo* y de eEl<br />
lmparcial^.<br />
Cun tales autecedentes y modo de ser, y estando rodeado de<br />
gente como su compadre Suft'rez, el principal introductor de pulques;<br />
Pita, su jefe de policia y evade mecum^ de todos los negocios;<br />
del licenciado don Luis G6mez Da7a, corruptor de Is administraci6n<br />
de Justicia; del secretario de Gobierno, Lie. J. M. Fernfindez,<br />
que era imposible, y de otras cnotabilidades a de esa especie,<br />
su gobiernotenia que ser una necesaria calamidad.