LIBRO SEGUNDO - Bicentenario

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Y todos se Ponfan de acuerdo Para robar, y el negocio enriquecis
ripidarnemte a loa jefes, y ]a campaga so alargaba indefinidurnent4%
porq ue acabar con ella bubiera sido ematar la, gullina de los huev6s
de orov. Y I& Naci6n, micutras tanto, gastaba dos millones de
pesos anuales en awlella campafia sanarienta, que era, bujo todos aspectos,
on& completa infamia.
Un magazine norteamericano public6 una seric do articulos titulados:
cM6xico ]36.rbaro^, escritos por on tal Turner, que causaron viva
sensaci6n en todo lo que dijeron respceto de aquella sangrienta guerra.
Turner todlMa se qued6 corto. Dijo lu corriente, lo vulgar, lo
nois saliento. Turner no entz-6 on explicaciones sobre aquellas ventas
de yaquis a los hacendados yucatecos, que pagaban diversos precins
porsuseselavos, segdn fueran hombres, niflos o mujeres. Porque
tambi6n se hacfan prisioneras a las mujeres y se les eneadenaba, y
se les deportaba y se vendian con todo y erfas. Una do ellus, on plena
bahfa de Guaymas, se sacrific6 heroicameDt4e Para escapar de
aquella vil esclavitud. Cuando el buque que )a conducla a Nlanzanlllo
comenz6 a caminar, al ver c6mo se alojaba do aquella tiernt quo,
ridR, desde la cubierta del vapor y abrazando'n on chiquitin quo
cargaba, se arroj6 intr6pidamente al mar, desapareciendo y ahogAndose,
prefiriendu morir a tener una, existencia de eselava. Eso fur
p6blico y notorio.
El general Angel Mart(nez se Ilev6 -ran ndmero de yaquis para
sus haciendas de Colima: unos los contrataror como mincros on San
ta Rosulfft, B. C., con la inhumana compaiiia de ^El Boleo*; otros tra.
ficaron con aquollos infelices y los enviaron al istmo do Tehuantepec.
Esa foe la gueria del Yaqui.
Don Rafael Jz6bal, socio do Corral y de don Lois Torres, so dobleg6
en lo absoluto a las exigencias do las companias americauar,
especialmente con ]as rioas empresas do Cananea, del coronel Greerj.
Green foe un vailucro afortunado.. quo nunca foe coroDel ni pudo
serlo; quo so lii%o del control de ias ininas do Cananea vali6ndosc de
Wos los medios posibles e imagirables, aun los mAs reprobados,
Ilegando hasta la violencia Para despojar a sus socios. Aquel rieo
ccowboy^ ordenaban Izibul que hiciem tal o coal cosa, y el seffor.
gobernador lo obcdecia al momento. Lt riqueza incalculable de los