LA FILOSOFÍA EN BOLIVIA - andes
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Jaime Mendoza desarrolló estas ideas entre 1920 y 1930 en varios libros y principalmente<br />
en La tesis andinista y en El macizo boliviano, libros que tuvieron extraordinaria difusión en el país<br />
y que influyeron directamente en los escritores de la actual generación.<br />
ROBERTO PRUD<strong>EN</strong>CIO<br />
Roberto Prudencio es un pensador inquieto y brillante. Su espíritu se orienta hacia una<br />
filosofía existencialista y es francamente irracionalista.<br />
No ha escrito libro alguno hasta la fecha, pero es fundador y director de la revista<br />
Kollasuyo, que se edita en La Paz y que constituye el centro del movimiento que proclama la<br />
necesidad del retorno a la tierra.<br />
En diciembre de 1939, publicó Prudencio en dicha revista un estudio que, a pesar de su<br />
brevedad, pues sólo tiene ocho páginas, es una síntesis completa de las ideas que sirven de base<br />
al movimiento.<br />
Comienza Prudencio afirmando que el concepto de la universalidad de la cultura es un<br />
producto del racionalismo abstracto. A ese racionalismo opone el hecho de que la cultura" no es<br />
sino la expresión formal de lo telúrico". No hay por lo tanto cultura universal sino culturas<br />
regionales. "Cada región del mundo plasma sus propias formas, cada paisaje suministra sus<br />
propias expresiones". El paisaje modela el alma y determina el carácter del hombre. En el paisaje<br />
duermen los elementos de todo arte, de toda cultura, que el espíritu no hace más que despertar.<br />
Con esos antecedentes, Prudencio pregunta cuál es el alma del paisaje andino boliviano.<br />
Ese paisaje está formado por la montaña y el altiplano. "La montaña es un límite puesto al<br />
horizonte, es el cerco gigantesco que ha levantado la propia tierra en su anhelo de encerrarse en sí<br />
misma". "El altiplano es lo presente, es la extensión desnuda de esa atmósfera que envuelve las<br />
cosas y que les quita su perfil definido".<br />
A ese paisaje corresponde el alma del kolla, su habitante. "El kolla es dominador y<br />
vigilante. Sabe captar en una intuición inmediata la esencia de las cosas ". "El kolla conoce el<br />
secreto de la concreción: es sobrio y mesurado".<br />
Pero esta influencia del paisaje no se limita a actuar sobre el espíritu de los individuos, sino<br />
que se hace sentir también en las colectividades, creando unidades de carácter político. En esto<br />
Prudencio sigue las ideas de Jaime Mendoza. "El paisaje anima primero la cultura que tiene como<br />
centro la "ciudad pétrea " de Tiahuanacu, "plasmación de las propias energías telúricas". Después,<br />
el Kollasuyo es dentro del imperio incaico una unidad política compacta y homogénea. Cuando<br />
llegan los españoles es sobre esa unidad que fundan la Gobernación de Nueva Toledo y después<br />
la Real Audiencia de Charcas". "Y viene la República y con ella el Kollasuyo, tomando el nombre<br />
de Bolivia, cobra una nueva faz".<br />
Durante la República según Prudencio se ha perdido el contacto entre el hombre y la tierra,<br />
la nacionalidad vive sujeta a influencias extranjeras. Ninguna de las manifestaciones del espíritu<br />
boliviano corresponde a las poderosas energías telúricas de la montaña andina. De ahí el<br />
languidecimiento de la vida nacional que para recobrar su fuerza tiene que arraigar nuevamente en<br />
la tierra.<br />
Termina Prudencio su estudio, diciendo: "El nuevo kolla, que ha de ser el criollo y el<br />
mestizo indianizado, tiene que cumplir su fin histórico que es el de forjar un nuevo ciclo cultural.<br />
Esta cultura, al inspirarse en las formas permanentes de la tierra, tendrá sus raíces en el milenario<br />
Tiahuanacu, que perdurará así a través de una nueva humanidad, la que sabrá arrancar al paisaje<br />
ancestral un nuevo sentido".<br />
HUMBERTO PALZA<br />
Catedrático de Sociología de la Universidad de La Paz y diplomático, Palza está más cerca<br />
de Spengler que de los antropogeógrafos. Sin embargo, piensa, como todos los escritores<br />
bolivianos a que nos estamos refiriendo en este capítulo, que el retorno a la tierra es para el<br />
hombre en general y para el sudamericano en particular, " la reconquista de su alma, de su<br />
mundo".<br />
Palza ha publicado en 1939 el primer libro de una serie que constará de tres volúmenes,<br />
titulado El hombre como método, en el cual, aceptando con Splenger que la cultura de occidente<br />
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