08.05.2013 Views

LA FILOSOFÍA EN BOLIVIA - andes

LA FILOSOFÍA EN BOLIVIA - andes

LA FILOSOFÍA EN BOLIVIA - andes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La obra, más que de filosofía del derecho era un tratado de ética. En efecto, estaba<br />

dividida en cinco secciones que trataban de los siguientes asuntos:<br />

1° Los hechos morales de la naturaleza humana;<br />

2° La religión natural;<br />

3° Los deberes del hombre para consigo mismo o de la moral personal;<br />

4° Los deberes del hombre para con sus semejantes;<br />

5° Libertad. Igualdad. Propiedad. Conclusión.<br />

No hay en el libro sino referencias incidentales al derecho. Pero esta circunstancia hace de<br />

la obra de Velasco una obra única en nuestra literatura filosófica del siglo pasado. La personalidad<br />

de Velasco sólo puede parangonarse, por la vocación filosófica, con Mamerto Oyola Cuéllar. Con la<br />

diferencia de que mientras Oyola Cuéllar fue un pensador preocupado casi exclusivamente por el<br />

problema del conocimiento, Velasco concentró su interés en el problema ético. Velasco tuvo,<br />

además, la ventaja, y por eso fue más conocido que Oyola Cuéllar, de escribir con orden y método.<br />

La obra de Velasco es interesante, como hemos dicho ya, por el hecho de que su<br />

pensamiento, dentro de las concepciones eclécticas, se había inclinado muy marcadamente hacia<br />

las teorías morales de Kant.<br />

Velasco encuentra en la conducta tres estados o grados, que constituyen tres categorías<br />

de la vida moral.<br />

En el primer estado, el hombre actúa obedeciendo a las tendencias primitivas de su<br />

naturaleza. Como todos los seres animados, el hombre originariamente se mueve de modo<br />

instintivo, sin previa deliberación, hacia la satisfacción de sus inclinaciones. En este estado de la<br />

conducta, el hombre está dominado por las pasiones. "La pasión determina fatalmente la acción y<br />

la dirección de nuestras facultades" — expresa Velasco.<br />

Cuando la razón surge, produce gr<strong>andes</strong> modificaciones en ese estado primitivo de la<br />

conducta humana. La razón ejerce un control sobre los impulsos, somete las pasiones al cálculo,<br />

que ya no va a la satisfacción de las tendencias en una forma espontánea, sino seleccionándolas,<br />

buscando el interés bien entendido de la naturaleza humana. La razón produce una especie de<br />

dominio del hombre sobre sí mismo. "Hay en este segundo estado acción armónica entre el<br />

elemento apasionado y el elemento racional". El modo de determinación que caracteriza a este<br />

estado es el modo egoísta, puesto que lo que el hombre busca con su inteligencia es su bien<br />

particular. "La razón — dice Velasco refiriéndose a este estado de la conducta moral— es en el<br />

hombre la antorcha de Psiquis. Ella sola es la que viene a revelarle el fin último de sus pasiones".<br />

Sin embargo, el segundo estado se mueve dentro de un círculo vicioso, desde el punto de<br />

vista de la moral. Se busca la satisfacción de las necesidades de la naturaleza humana porque eso<br />

es lo moral. Y cuando se trata de definir la moral, se la define como la necesidad de satisfacer las<br />

necesidades naturales. Pero la razón humana presiente que el bien real es algo que sale de ese<br />

círculo. "El bien, el verdadero bien, el bien en sí, el bien absoluto es el orden universal". Cuando el<br />

hombre llega a la comprensión de esta verdad es que ha alcanzado realmente el plano de la<br />

verdadera moral, porque su actividad no se orienta por ninguna otra consideración que la de la<br />

conciencia de que sus actos tienen trascendencia como elementos del orden universal. El hombre<br />

no se encierra en sí mismo. Sus actos tienen proyección universal, porque forman parte de un<br />

orden que envuelve a todas las criaturas. Velasco llega, así, a una concepción de una moral de<br />

carácter netamente kantiano. Porque para él sólo en el tercer estado moral la conducta está<br />

"plenamente purificada de todo lo empírico o de lo que pertenece a lo antropológico" (Kant).<br />

Si bien no reproduce el precepto kantiano según el cual el hombre debe obrar de tal<br />

manera' que sus actos puedan convertirse en norma universal de conducta, Velasco afirma que la<br />

verdadera sustancia de la moral está precisamente en esa universalidad de sus preceptos.<br />

Hay otro aspecto también típicamente kantiano en las concepciones éticas de Velasco. Y<br />

es su afirmación de que la moral constituye un imperativo que debe ser cumplido aun contra las<br />

propias inclinaciones y los propios intereses, de donde proviene su grandiosa majestad y su<br />

profundo sentido. Según Velasco la verdadera moralidad está encerrada en este mandamiento:<br />

"quered el bien cualesquiera que sean las consecuencias". "La rey del deber — añade — obliga a<br />

todos los hombres no solamente sin consideración a los presentes sino también a los futuros<br />

intereses de ellos".<br />

68

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!