La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V

En una voz baja, recité un conjuro mágico. Aunque soy
un caballero santo, claramente tengo el potencial de ser un
sacerdote excepcionalmente dotado, al igual que las cualidades
de ser un mago talentoso. En otras palabras, sobresaldría en
cualquier profesión menos como un caballero. ¡Buaaaaa!
.
Mi maestro usualmente lamentaba hacia el cielo,
“¿Cómo es que puedes copiar a un mago usando el Hechizo de
Parálisis después de solo una mirada, pero no puedes
comprender el concepto de técnicas básicas de la espada
después de que te guie con demostraciones más de veinte
veces?”
.
Para evitar problemas innecesarios, como que la gente
diga que no escogí la carrera adecuada, etc. usualmente no uso
magia en frente de otros. Sin embargo, esta es una situación
especial, y no tengo intenciones de revelar mi identidad.
“¡Hechizo de Parálisis!”
Conjuré el Hechizo de Parálisis en el líder de los
caballeros, mientras simultáneamente entraba a través de la
ventana con una patada voladora. Entonces pateé el dorso del
cuello del caballero, y él se cayó sin siquiera dejar salir un solo
grito. No es que quiera alardear, pero mis cualidades para ser un
asesino son inusualmente buenas también… ¡Ajem! Dejemos de
charlar, ya que los otros dos caballeros están viniendo hacia
aquí con sus espadas.
En el momento en que pateé al líder de los caballeros,
convenientemente le había quitado su espada. Después de todo,
quería esconder mi identidad, así que no podía sacar mi
brillante Sagrada Espada del Sol a la batalla, porque sino solo
un ciego no sabría que soy el Caballero Sol.
Mientras esquivaba los ataques de los dos caballeros,
conjuré otro encantamiento en una voz baja. Con un
movimiento de mi mano izquierda, lancé el Hechizo de Grasa
que causaría que el piso se volviera resbaloso. Justo entonces
uno de los caballeros se cayó, y rápidamente di un pisotón sobre
su pierna y rompí su tibia.
Un caballero con su pierna rota es menos peligroso que
un sacerdote, porque, después de todo, ellos solo son un montón
de armaduras móviles corriendo por ahí. Para sostener el gran
peso de una armadura se requiere una base firme, por eso
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