La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V

Debo decirlo, los muebles usados en la familia real sí
que no eran normales. El armario mismo era como la mitad del
tamaño de mi dormitorio e incluso su piso estaba forrado con
terciopelo. No puedo evitar acostarme y probarlo, y
convenientemente agarre una capa para cubrirme como si fuera
un edredón. ¡Oh pura felicidad! Me comencé a sentir soñoliento.
Este armario es más cómodo que mi cama.
Por suerte, no escogí acostarme en la cama donde Juicio
se encontraba en el momento. Si con solo acostarme en el
armario me hacía sentir soñoliento, si me acostara en la cama,
probablemente me duerma como un cerdo debido a la mucha
comodidad de la cama y luego sería cortado a la mitad por
Roland…
“¿Sol? ¡Sol!”
“¿Mmm?” me di la vuelta en la cama. ¡¿Cuál es el
problema?! Esta tan ruidoso, ¡Y acababa de ponerme cómodo!
La persona de afuera se calló por un momento, y
entonces de repente había una serie de estremecedores ruidos
mientras alguien golpeaba la puerta del armario.
Salte instantáneamente en sorpresa y pregunte en
pánico, “¡Que_! ¡¿Qué?! ¡¿Esta Roland aquí?!”
“No aún,” La profunda voz de Juicio vino de afuera del
armario. “Pero me preocupa que incluso si él estuviera aquí,
probablemente no lo notarias por estar durmiendo muy
ruidosamente.”
“¡A…jajaja! ¡Eso no pasara!” Di una risita
nerviosa. Eso es de hecho posible. ¡Juicio realmente es la
persona que mejor me entiende!
“La noche es joven. Roland probablemente no vendrá
tan temprano. Así que para prevenir que caigas dormido,
cuéntame sobre Roland.”
Estuve en silencio por un momento, sin saber cómo
responder. Juicio estaba siendo paciente como siempre, así que
no dijo nada para apresurarme. Al final, suspire profundamente
y comencé a hablar sobre las memorias pasadas.
“La primera vez que conocí a Roland era en la selección
de los Doce Caballeros Santos llevada a cabo por la Iglesia,
cuando solo quedaban diez niños para la selección.
“Probablemente sepas que era más o menos
virtualmente el más grande evento de apuestas en la ciudad, y
que casi todos podían apostar para ver quién de los niños se
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