La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V

de la justicia, pero ahora él de hecho estaba callado… ¡Esto es
malo! Realmente no debí haberlo molestado hace rato.
Por suerte, la tolerancia de Juicio era obviamente más
alta de lo que pensaba. Solo lo consideró por un momento antes
de responderme, “Solo puedo cubrirte por tres días máximo.”
“Muy bien, ¡Tres días son suficientes!” Rápidamente
acepte mientras me ponía mi capa extra y me daba la vuelta
para salir de mi cuarto.
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“¡Vendedor, deme la más grande, más dulce, y más
rosada paleta de frutilla de su tienda!”
De un solo respiro, lancé una moneda de plata en
intercambio por una paleta que era más grande que mi cabeza.
Instantáneamente me arrepentí. ¡¿Por qué trato de ser genial?!
¡Perdí otra moneda de plata de mi fondo de retiro otra vez!
Con un corazón lleno de remordimiento, una vez más
me acerqué a la casa de Pink. Esta vez, no pude decir si ella
sabía de antemano que yo estaba viniendo, o si ella
coincidentemente solo disfrutaba del sol por su puerta. De
cualquier forma, cuando llegué a su casa, ella ya estaba apoyada
sobre la ventana de su puerta, mirando rígidamente a la gigante
paleta de frutilla en mi mano, su saliva goteando por lo menos
de tres pies.
Mientras ella corría hacia mí, rápidamente levanté la
paleta sobre mi cabeza, así que la bajita y pequeña chica
nigromante no pudo alcanzarla a pesar de todos sus esfuerzos
para llegar hasta ella. Finalmente, se puso triste y agarrando sus
mejillas con ambas manos, ella se agachó en el piso y me miró
con una expresión que daba lástima.
“¿El Caballero de la Muerte volvió?” Dije mientras
balanceaba la paleta.
Pink tragó una gran bocanada de saliva, “Si.”
Cuando escuché esto, pensé, ¡Aja! Ahora ya tenemos
algo.
“¿Aun recibe órdenes de ti, la nigromante?” Pregunté.
“Nunca ha sido muy obediente desde el principio.
Todos los Caballeros de la Muerte nunca son muy obedientes.
Le dije que barra el piso y limpie la mesa, pero me ignoró
completamente.” Pink respondió con un berrinche.
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