La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V

“Sin embargo, Caballero Sol, como raramente vienes al
palacio, deberíamos tener un banquete esta noche para aliviarte
del cansancio de tus viajes. ¡Debes asegurarte de compartir unas
rondas de bebida conmigo, o si no sería un insulto para mí!”
Mientras hablaba el rey sonreía malvadamente.
Después de oír eso, Tormenta me lanzó una mirada
preocupada.
Como todo el continente sabe, el Caballero Sol ni
siquiera toca una sola gota de trago. Una copa y su cara se
volverá roja, dos copas y su cabeza le empezará a doler, y al
terminar la tercera copa, él caerá inconsciente.
Di una débil sonrisa, la cual me hacía parecer
preocupado pero naturalmente era solo una fachada para que el
rey la viera. Después de haber sido amenazado dos veces
seguidas, tengo que darle una pequeña victoria, o si no él
probablemente crearía más problemas para la Iglesia en el
futuro y eso sería… malo.
“Sol… hará lo mejor que pueda.” Respondí
formalmente, e hice un show de consentimiento a la voluntad
del rey mientras me arrodillaba en una rodilla con una falsa
mirada de indefenso.
“¡Jajajaja! ¡Hombres! Apúrense y preparen un
banquete, ¡y traigan el mejor y más fuerte vino que haya!”
Mientras el rey ordenaba detestablemente a sus
sirvientes que hagan las preparaciones, el Príncipe Heredero me
dio una mirada de disculpa. Después de todo, era él quien
secretamente contactó a la Iglesia y nos pidió intervenir cuando
se dio cuenta que no podía parar al rey de aumentar los
impuestos.
Aunque Tormenta seguía guiñando a todas las señoras
presentes, ahora él me tiraría miradas de preocupación de vez
en cuando también.
¿De qué hay que preocuparse? Déjenme decirles algo:
¡Soy un tomador invencible!
Así es, yo, el Caballero Sol quien supuestamente no puede
tomar más de tres copas de vino, ¡Soy actualmente el alcohólico
más fuerte de la historia!
Pensaba de vuelta en el pasado, cuando mi maestro me
llevo a una cámara subterránea…
“Hijo, tu lección de hoy es tomar vino.”
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