La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V
La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V
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“¡Shhh!” presioné mi dedo índice sobre mis labios e<br />
incluso hice un guiño juguetón con una sonrisa casual en mis<br />
labios… ¡Realmente quería desmayarme de una maldita vez,<br />
pero todavía tenía que trabajar duro para mantener la imagen<br />
<strong>del</strong> <strong>Caballero</strong> <strong>Sol</strong>!<br />
<strong>La</strong>s expresiones faciales de los tres caballeros santos<br />
pasaron por varias emociones. Primero ellos descubrieron que<br />
yo era el <strong>Caballero</strong> <strong>Sol</strong>, así que querían saludarme. Sin<br />
embargo, ellos recordaron que parecía que yo quería evitar<br />
revelar mi identidad así que ellos no se atrevieron a saludar.<br />
Después, sus ojos pasaron sobre mi cuerpo, y viéndolo cubierto<br />
de sangre, sus expresiones cambiaron drásticamente. Después<br />
de eso, ya no podía decir en que estaban pensando, pero se<br />
veían extremadamente pálidos.<br />
Que interesante…<br />
“Necesito que me escolten. ¿Están dispuestos a pasar un<br />
tiempo acompañándome de vuelta al Templo Sagrado?”<br />
Mi discurso era mucho más simple de lo usual. Palabras<br />
como estar bajo el ojo cuidador de la Diosa de la Luz, o la<br />
camaradería entre caballeros santos y cosas así <strong>–</strong> todo ese tipo<br />
de cosas sin sentido fue omitido. En ese momento solo quería<br />
volver al Templo Sagrado y dormir como tronco.<br />
“También, el Escuadrón de la Milicia Real parece tener<br />
un malentendido sobre mí, así que me permitirían molestarlos<br />
en ayudarme a explicarles en vez de mi, pero por favor no<br />
revelen mi identidad.”<br />
Los tres caballeros santos asintieron sus cabezas con<br />
miedo, y uno de ellos camino para explicarles al Escuadrón de<br />
la Milicia Real. No sé qué palabras usó, pero los caballeros solo<br />
asintieron antes de irse.<br />
El más joven de los caballeros santos en frente de mi<br />
parecía estar un poco nervioso mientras me preguntaba, “Seseñor,<br />
¿No quiere curar sus heridas primero? Sé un poco de<br />
curación… ¡Ah!” mientras hablaba, él parecía recordar algo, y<br />
paró otra vez.<br />
Sonriendo, dije, “Entonces, ¿Me permites la molestia?”<br />
Cuando esas palabras mías fueron dichas, los tres<br />
caballeros santos me miraron con extrema incredulidad.<br />
Probablemente puedo entender su asombro; después de todo, yo<br />
soy el <strong>Caballero</strong> <strong>Sol</strong> quien gano su fama a través de su magia<br />
santa, y aun así de hecho necesitaba que alguien me ayude<br />
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