La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V
La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V
La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Al mismo tiempo, también estoy experimentando con<br />
diferentes tipos de mascarillas corporales con el fin de<br />
mantenerme a mí, él que se quema rápidamente en el sol, con<br />
una piel tan clara como nunca, incluso si he pasado todo el día<br />
anterior luchando bajo el sol.<br />
Por el momento, esta es la mejor receta que descubrí<br />
como resultado de todos mis experimentos:<br />
Leche agria<br />
10 gotas de jugo de limón<br />
El extracto de 30 rosas<br />
El extracto de 10 tallos de lavanda<br />
Una pequeña cantidad de harina<br />
Se mezcla todos los ingredientes hasta hacer un<br />
engrudo, antes de colocarla por todo el cuerpo, y se la deja en el<br />
vapor por una hora.<br />
(NOTA: No lo intenten en casa, Este <strong>Caballero</strong> <strong>Sol</strong> es<br />
un experto entrenado, Así que si no eres uno; ¡No lo intentes en<br />
casa!)<br />
Esta mezcla garantiza que después de un día entero bajo<br />
el sol, uno seguirá teniendo la piel tan clara como la leche agria<br />
con un toque de amarillo como la yema <strong>del</strong> huevo.<br />
Aunque la verdad, secretamente pienso que el primer<br />
<strong>Caballero</strong> <strong>Sol</strong> era albino.<br />
Sino como podría haber soportado todo un día bajo el<br />
sol, entrenando, peleando, escuchando los sermones <strong>del</strong> rey, etc.<br />
Y de algún modo haber dejado esa maldita imagen de un<br />
hombre sexi con la piel clara para que todo el continente lo<br />
sepa.<br />
Sin tener en cuenta si el primer <strong>Caballero</strong> <strong>Sol</strong> era albino<br />
o no, igual no tengo otra opción más que desvestirme y rociar<br />
todo mi cuerpo con esa mascara una vez por semana.<br />
Pero hay algo que odio <strong>–</strong> incluso más que las manzanas<br />
y el <strong>Caballero</strong> Tierra. ¡¿Por qué es que cada vez, después de<br />
haberme desvestido, de haber puesto la mascarilla sobre todo mi<br />
cuerpo, cuando ya me estoy por poner al vapor, alguien siempre<br />
aparecerá a tocar la puerta?!<br />
¡Toc-toc-toc!<br />
¿Lo ven? ¡Se los dije! ¡Mierd*! ¡Debo estar maldecido!<br />
<strong>La</strong>mentablemente, me estoy acostumbrado a esto y ya<br />
me he resignado a tener este tipo de interrupciones.<br />
† 34 †