La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V

la Muerte, probablemente yo era tan notorio como una antorcha
en una oscura noche.
Sin decir otra palabra, rápidamente comencé a atacar al
Caballero de la Muerte. Convenientemente, esta acción
claramente indicaba a Fuego y a los otros que yo estaba de su
lado.
El Caballero de la Muerte no parecía tomarme en serio,
pero lo perdono por eso. Incluso yo mismo no podría tomar en
serio a un tipo que sostenga una daga para asesinar y escoja
atacar directamente de frente en vez de tratar de asesinar en
serio.
Cuando hice mi primer ataque al Caballero de la
Muerte, él todavía estaba en un estado medio aturdido.
Bastardo, ¡Todavía no me estas tomando en serio! ¿Crees
que yo quería confrontarte de frente con una daga? Es
simplemente que como el Caballero Sol con atributos
completamente santos, ¡Probablemente soy más brillante que el
sol en el cielo para un Caballero de la Muerte como tú! Es
completamente imposible para mí asesinarte, así que no tengo más
opción que sostener esta daga y asesinarte a la vista de todos.
Cuando mi primer golpe atravesó el pecho del
Caballero de la Muerte, el frente de su pecho inmediatamente
dejó salir un sonido de chisporroteado, como el de un pescado
siendo freído. El también gruñó muchas veces de dolor, y luego
blandió su espada para bloquear mi segundo ataque.
El Caballero de la Muerte me miró, diciendo, “Como lo
esperaba, eres tú.”
Él ya me reconoció como el Caballero Sol, ¡Malditos sean
todos! No quiero ser descubierto por Fuego y los caballeros santos
detrás de él que como un digno Caballero Sol, yo de hecho corro
por ahí vistiendo mallas negras y tiñéndome el cabello de un color
raro con rayas plateadas. Lo que es aún peor es que yo
estúpidamente me deshice de la Sagrada Espada del Sol junto con
mi sentido común, y en vez escogí confrontarlo de frente con una
daga que es para asesinar.
Claramente no puedo explicarme diciendo, “¡Me declaro
inocente! Originalmente yo estaba planeando llevar a cabo un
secuestro, así que solo traje conmigo una daga y me fui en
camino.”
“So…”
Cuando el Caballero de la Muerte comenzaba a
llamarme, inmediatamente rugí, interrumpiéndolo en la mitad.
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