La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V

primer golpe era gracias a la suerte de tomarlo desprevenido y a
la coordinación de la magia.
Un caballero así de fuerte, más el hecho de que gritó ‘sin
escrúpulos’ y ‘despreciable’, me temo que no es un caballero
ordinario. Quién sabe, él podría tener algo que ver con una
familia noble en su pasado y es por eso que valoraría las virtudes
del honor y un juego justo.
Sin embargo, pensándolo mejor, que un caballero que
valore el honor vaya a un campo de ejecución para deshacerse de
un cadáver… Parece que algo malo está ocurriendo, ¡No importa
como lo mires!
A no ser que sea la orden del señor al que está sirviendo,
entonces eso sería otro asunto completamente… ¡Urgh!
Un hechizo repentino e inestable me golpeó, y sacudí
mi cabeza violentamente. Bajando mi cabeza, vi que el hombro
que acababa de curar había comenzado a sangrar otra vez, eso
tenía sentido; en este tipo de paseo a caballo con tanto
movimiento, incluso si la herida fuera a estar coagulada, se
volvería a abrir otra vez.
Es mejor que me apresure en regresar al Templo Sagrado
para que pueda usar toda mi fuerza en curar mis heridas.
Rápidamente arranque un pedazo de mi capa, casualmente
envolví mi hombro con el pedazo de tela dos veces, y entones
concentre toda mi fuerza en cabalgar el caballo devuelta a la
ciudad.
Cuando estaba a punto de llegar a las puertas de la
ciudad, voté al viejo fuera del caballo, y entonces conjuré un
hechizo de curación en él. En una baja voz le dije, “Si valoras tu
vida, vete de este lugar rápidamente. Vete tan lejos como
puedas ¿Me escuchas?”
El viejo estaba obviamente mejor después de que lo
cure, y asintió su cabeza con miedo antes de alejarse cojeando.
Una vez que se fue, yo también salté fuera del caballo.
Este pertenecía a ese grupo de caballeros, así que no me
atrevería a montarlo de vuelta a la Iglesia. Si lo descubren
después del incidente, habría muchos problemas. Además, mi
hombro estaba teñido de rojo por la sangre ahora. Si fuera a
montar un caballo, llamaría mucho la atención. Estaba
preocupado de que el Escuadrón de la Milicia Real o incluso
nuestros caballeros santos me pongan mucha atención.
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