La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V
La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V
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“No, no. Lo que dije era la verdad; esto realmente es…<br />
muy… muy… considerado…”<br />
Mientras más hablaba, más lento lo hacía y mis ojos<br />
más se agrandaban. Después de varias miradas de izquierda a<br />
derecha, les garantizo que la única cosa que podía hablar era <strong>–</strong><br />
¡!<br />
Entonces ¿Qué demonios me está hablando? Además<br />
¡Incluso es muy educado!<br />
‘Su sirviente es <strong>La</strong> Santa Brigantina <strong>del</strong> Dragón.’<br />
“¿Tu eres el traje negro que está en mi cuerpo?”<br />
Tiesamente bajé mi cabeza, viendo al cómodo, suave y negro<br />
traje cubierto por armadura liviana, y pregunté con un poco de<br />
sospecha, “¿Pruébalo?”<br />
‘¿Puedo preguntar como mi señor quiere que lo pruebe?’<br />
“¿Qué pasa con lo de “Mi señor” y “Su sirviente”? Esta<br />
forma de llamar a otros es muy extraño.” Sacudí mi cabeza, y<br />
dije de una manera brusca, “¡Entonces solo muévete un poco!”<br />
‘Si mi señor.’<br />
Inmediatamente despues de que termino de hablar mi<br />
cuerpo comenzo a sentirse raro. ¿Por qué… parece que algo me<br />
esta apretando?<br />
Nervioso, bajé mi cabeza e impotentemente veía como<br />
mi cintura se volvía cada vez más <strong>del</strong>gada… Mientras miraba<br />
mudo y con los ojos bien abiertos a mi cintura de casi<br />
veinticinco pulgadas. Un sentimiento de ahogamiento venia de<br />
mi pecho. Rápidamente grité, “¡Para, para, para! ¡Estoy a punto<br />
de ser estrangulado hasta la muerte! Si creo que eres <strong>La</strong> Santa<br />
Brigantina <strong>del</strong> Dragón, ¡Así que apresúrate y para!”<br />
‘Si mi señor.’<br />
Estaba algo conmovido al ver que mi cintura una vez<br />
más se expandía al tamaño normal de la cintura de cualquier<br />
hombre -treinta pulgadas.<br />
“¡Como han cambiado los tiempos!” Suspiré con gran<br />
lamento.<br />
En el pasado solo las preciosas espadas o las gemas<br />
podían hablar. Ahora en esta época, ¡Incluso la ropa puede abrir<br />
su boca para hablar!<br />
<strong>La</strong> próxima vez, antes de comprar ropa, necesito verificar<br />
primero si pueden hablar. Si no lo hiciera y ellas comenzaran una<br />
“Reunión de Ropas” en mi cuarto, definitivamente no podría<br />
evitar quemarlas todas. Entonces, solo después de quemarlas<br />
† 111 †