La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V
La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V
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¡Esto es malo! Estaba a punto de convocar otra prisión<br />
de huesos, y luego recitar un encantamiento que liberara<br />
grandes cantidades de luz santa para disipar toda el aura oscura<br />
cuando el <strong>Caballero</strong> de la Muerte súbitamente habló.<br />
“Creus, te has vuelto más fuerte, que bien.”<br />
Al escuchar mi propio nombre, de repente me congele.<br />
Aunque mi nombre no es un secreto, muy pocas personas me<br />
llaman por ese nombre. ¿Tal vez este <strong>Caballero</strong> de la Muerte es<br />
uno de mis conocidos?<br />
“Creus, si no eres elegido como el <strong>Caballero</strong> <strong>Sol</strong>, ¡Ser<br />
un sacerdote no estaría mal tampoco! Entonces podrás<br />
ayudarme a curar mis heridas en el futuro.”<br />
El <strong>Caballero</strong> de la Muerte dijo algo en medio que no<br />
concordaba con la situación actual en lo absoluto.<br />
Sin embargo, no podía estar más familiarizado con estas<br />
palabras… Y estaba completamente atónito. <strong>Sol</strong>o ahora<br />
finalmente vi la cara <strong>del</strong> <strong>Caballero</strong> de la Muerte<br />
cuidadosamente. Aunque el color facial <strong>del</strong> <strong>Caballero</strong> de la<br />
Muerte era blanco plomizo, y sus ojos tenían la forma de<br />
flamas. Pero esa expresión seria y esos labios bien fruncidos<br />
nunca fueron tan familiares. Finalmente confirmé quien era él…<br />
O debería decir, quien había sido cuando estaba vivo.<br />
“¿Roland? ¡¿Eres Roland?!” Grité, extremadamente<br />
agitado. ¿Cómo podría ser Roland?<br />
Roland, ese joven caballero de cabello casi castaño<br />
cuya habilidad con la espada se estimaba que era tres veces<br />
mejor que la mía, quien había competido conmigo por la<br />
posición <strong>del</strong> <strong>Caballero</strong> <strong>Sol</strong>…<br />
Pero ahora se había convertido en un <strong>Caballero</strong> de la<br />
Muerte.<br />
“Todavía me recuerdas.” Roland reveló una sonrisa<br />
gratificante.<br />
Esa sonrisa me aseguró aun más que en verdad era<br />
Roland. Todavía quería preguntarle cómo llegó a convertirse en<br />
un <strong>Caballero</strong> de la Muerte cuando un fuerte ruido vino de los<br />
alrededores.<br />
“¡Juicio! Rápido, por aquí…”<br />
Roland también lo notó. Se dio la vuelta, queriendo<br />
escapar. Sin embargo, volteó su cabeza para mirarme con<br />
vacilación, obviamente con miedo de mí.<br />
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