La Leyenda del Caballero Sol – Libro 1 (V

Por eso, todos los siguientes Caballeros Tormenta han
tenido que teñirse el cabello de azul por el resto de sus vidas. La
causa de muerte de ocho de cada diez de ellos fue por
acumulación de los químicos de los tintes para cabello en sus
cuerpos…… *¡Suspiro!*… Yo solamente te daré un momento
de silencio por ahora, Tormenta.
“¿Me dijiste algo, Sol?” Al lado mío, el Caballero
Tormenta, levantó sus cejas. Su expresión parecía decir que no
lo interrumpa mientras estaba ocupado dando a las mujeres
guiños coquetos.
“De hecho no te comuniqué ninguna palabra a ti,
hermano Tormenta. Quizá lo que escuchaste fue el gentil
murmuro de la benevolente Diosa de La Luz.” Le respondí con
una placida sonrisa.
Una mirada de disgusto pasó por la cara de Tormenta.
Supongo que él realmente no puede soportar mi manera de
hablar, porque yo tampoco puedo aguantar mi forma de hablar.
Sin embargo, no tengo más opción que hablar de esta manera,
así como Tormenta no tiene más opción que dar a cada mujer
un guiño coqueto, incluso si ella no es menos espantosa que un
dragón.
Como para mí, no tengo más opción que de alguna
forma conectar cada oración con la Diosa de la Luz, incluso si
la conversación tiene que ver con cómo se atascó el inodoro –
en cuyo caso, sin ninguna duda, el inodoro debió atascarse de
acuerdo con la voluntad de la Diosa de la Luz.
Consecuentemente, no me gusta hablar. Después de
todo, nadie hizo la regla de que al Caballero Sol le guste hablar.
(Alabada sea la Diosa de la Luz, por suerte el primer
Caballero Sol no dejó la impresión de ser un gran hablador)
De vuelta al tema del cabello, así como el Caballero
Tormenta debe tener una cabellera de color azul, yo, el
Caballero Sol, debo tener la cabellera dorada y ojos azules.
Fue precisamente por esta cabellera de brillante cabello
dorado que, durante la competencia para seleccionar a los Doce
Caballeros Santos, manejé en derrotar a otro muchacho cuyo
cabello era casi castaño pero era tres veces mejor con la espada
que yo.
En ese tiempo mi maestro – el antiguo Caballero Sol –
casi parecía tener el corazón roto mientras anunciaba que yo
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