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escapado sin ser visto ni oído, así<br />
que la huida por el patio de armas en<br />
realidad era innecesaria. ¡El traidor<br />
quería ser descubierto!<br />
- Efectivamente.- Respondió el<br />
Maestre a ambos caballeros.- El<br />
traidor no ha hecho nada al azar. Que<br />
no os engañe y penséis lo contrario.<br />
Incluso puede tener sus razones para<br />
no matar a su compañero de guardia.<br />
Pero no sabemos por que quiere ser<br />
perseguido, ni que quiere hacer con<br />
el objeto que ha robado.<br />
El rostro del Maestre se<br />
ensombreció. Fue una visión realmente<br />
intimidante. El rostro normalmente<br />
inexpresivo del Maestre se mostró ahora<br />
ciertamente enojado y transmitía una<br />
hostilidad que difícilmente podía ser<br />
explicada. "Son los ojos", pensó<br />
Johansson, ", los ojos del espejo son<br />
crueles. No. Crueles no, son<br />
inamovibles. Nada le detendrá". Y no<br />
por vez primera admiró profundamente<br />
al Maestre.<br />
- Si conozco bien a Víctor, nos ha<br />
tendido una trampa. Como he dicho<br />
antes, siempre ha mostrado una<br />
astucia aguda y un ingenio<br />
sorprendente. Por ello he pasado<br />
tanto tiempo reunido con los oficiales<br />
de la orden. Tanto Herr Herst, cómo<br />
Herr Gunther, los capitanes, se han<br />
mostrado reacios a esperar y querían<br />
lanzarse en pos del traidor. Y<br />
hermanos, no dudéis que se trata de<br />
una trampa.- Su rostro volvió a su<br />
estado normal. En comparación con<br />
su expresión anterior, ahora su<br />
inexpresividad parecía casi ternura.-<br />
He tomado una decisión. No es una<br />
decisión fácil, pero es necesario.<br />
Hermanos, me dispongo a hacer<br />
saltar la trampa. Y para ello os<br />
necesito a vosotros.<br />
El Maestre guardó silencio unos<br />
momentos, perdido en sus<br />
meditaciones. Johansson miró por un<br />
momento a sus cuatro compañeros.<br />
Todos ellos eran excelentes<br />
compañeros de armas. Compartía con<br />
Krauss y Gilbert una estrecha amistad,<br />
aunque no tan intensa como con Keller.<br />
Y aunque no había compartido su copa<br />
ni había desnudado su corazón ante<br />
Höss y Ternon, éstos eran hermanos<br />
como ningún otro, tan dignos de<br />
admiración como cualquiera de los<br />
capitanes. Los cinco caballeros se<br />
miraron entre sí y se comunicaron sin<br />
palabras, cómo solo los hermanos de<br />
batalla pueden hacer, su mutuo apoyo.<br />
Fueran cuales fueran las ordenes del<br />
Maestre las cumplirían codo con codo,<br />
sin miedo y con la determinación y el<br />
honor de un caballero de Mórr, como un<br />
caballero del Espejo.<br />
- No pienso arriesgarme demasiado.<br />
He hecho algunas suposiciones<br />
sobre las fuerzas que pueda tener a<br />
mano el traidor, y no son pocas. Sus<br />
aliados serán, sin duda, poderosos, y<br />
la trampa, mortal. Sin embargo<br />
aunque traidor, Victor ha sido toda su<br />
vida un caballero de Mórr, y con ello<br />
creo que podemos contar. Hace dos<br />
horas mandé a los cazadores del<br />
castillo a modo de exploradores para<br />
que siguieran sus huellas, sin<br />
alejarse más allá del linde del bosque<br />
del sur ni del paso de las montañas<br />
del norte. El pueblo queda al oeste y<br />
al este sólo hay una planicie donde<br />
sería fácilmente localizado y<br />
alcanzado, así que norte y sur son las<br />
únicas rutas de escape válidas. Aún<br />
no han vuelto, pero algo me dice que<br />
se ha dirigido al sur, al bosque. Allí<br />
puede tener aliados escondidos listos<br />
para emboscar a un ejercito si hiciera<br />
falta y un contingente de caballeros<br />
podría buscarle durante cien años sin<br />
encontrarle entre los caminos<br />
intrincados del bosque.- El rostro del<br />
Maestre no cambió y sin embargo<br />
una determinación que haría<br />
retroceder a la misma muerte,<br />
pareció emanar de él.- Pero le voy<br />
coger. Voy a mandar a nuestros<br />
caballeros y nuestros soldados tras<br />
él. Voy a cazarle y a darle castigo en<br />
nombre de Mórr. Voy a movilizar a<br />
todo hombre del castillo capaz de<br />
empuñar una espada. Pero para eso,<br />
necesito deshacer su trampa. Y para<br />
ello tengo planeado hacerla saltar.<br />
Sin duda habrá planeado algo por si<br />
la trampa falla. Una trampa dentro de<br />
una trampa, si queréis. Sin embargo<br />
debo mandar una primera fuerza que<br />
se enfrente a las fuerzas que pueda<br />
haber reunido. El segundo grupo será<br />
más numeroso, y por tanto más lento.<br />
Quiero que lideréis esa primera<br />
fuerza, hermanos.<br />
El Maestre calló un momento,<br />
cómo cavilando dudando si decir algo o<br />
no.<br />
- No es una decisión al azar,<br />
hermanos. Para ser sinceros es una<br />
misión poco más que suicida, y por<br />
ello no puedo enviar a nuestros más<br />
valiosos oficiales, puesto que serán<br />
decisivos para la batalla. Sin<br />
embargo tampoco puedo enviar a<br />
cualquier iniciado sin experiencia en<br />
combate ni en el mando. Vosotros ya<br />
habíais sido designados para entrar<br />
en el círculo interior de la orden, al<br />
igual que el hermano Keller. Pero la<br />
tradición es muy estricta con ciertas<br />
normas referentes a las<br />
34<br />
incorporaciones al círculo interior y la<br />
tradición dice que sólo puede entrar<br />
un miembro cada vez, el cual será<br />
iniciado y guiado por el resto de<br />
hermanos hasta que sea un miembro<br />
de pleno derecho. Por tanto, tened<br />
presente que no sois carnaza<br />
enviada al matadero, hermanos. Sois<br />
guerreros valiosos a los ojos de Mórr<br />
y a los míos.<br />
El maestre se levantó, solemne.<br />
E inmediatamente los caballeros<br />
también.<br />
- Caballeros, aceptad las ordenes de<br />
vuestro Maestre en nombre de Mórr.dijo<br />
el Maestre con voz firme.<br />
- Escuchamos a nuestro maestre.-<br />
Contestaron los caballeros, con la<br />
misma firmeza.<br />
- Caballeros, tomareis el mando de las<br />
fuerzas que ahora mismo mientras<br />
hablamos se reúnen en la puerta sur.<br />
Cabalgaréis hacia el sur en pos del<br />
Traidor y os enfrentareis a todo<br />
hombre, demonio, espectro o a<br />
aquellos que deberían estar muertos<br />
y no lo están, hasta apresar a ese<br />
hombre y traerlo a mi o morir en el<br />
intento. Caballeros, ¿aceptáis las<br />
ordenes de vuestro Maestre?<br />
- Las aceptamos -contestaron al<br />
unísono, según la ceremonia.<br />
Tras aceptar las órdenes, el<br />
Maestre se acercó y les indicó que se<br />
arrodillaran con un ademán. Se acercó a<br />
Johansson y imponiendo las manos<br />
sobre su cabeza dijo con voz clara:<br />
- Johansson, que la bendición de Mórr<br />
esté contigo y que el espejo de Mórr<br />
te juzgue digno.<br />
Tras esto el Maestre hizo el<br />
símbolo de Mórr sobre Johansson. El<br />
Maestre repitió la bendición con cada<br />
uno de ellos, nombrándolos por su<br />
nombre y realizando el símbolo de Mórr.<br />
Al terminar, los cinco caballeros, se<br />
alzaron, hicieron una ceremoniosa<br />
reverencia y salieron decididos de la<br />
estancia en la que esperaban las<br />
noticias del doctor.<br />
Sin embargo Johansson estaba<br />
algo inquieto. Aquella bendición pocas<br />
veces era recibida del Maestre. Aquella<br />
bendición se daba únicamente a<br />
aquellos que se dirigían a una muerte<br />
segura. Johansson miró atrás una sola<br />
vez, con tristeza. Le habría gustado ver<br />
a Keller una vez más antes de morir.