Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
conocimientos curativos d Castillo, ésta optaba por<br />
dejarlas. Indudablemente que estas mujeres a los pocos<br />
días estaban curadas, y ello por supuesto, contribuía para<br />
que se acrecentara la fama de este señor. Pero a la par<br />
que crecía esa fama, crecían los niños sin padres,<br />
engendrados por el mencionado curandero, quien sin<br />
ningún empacho solía decir que la mayoría de las mujeres<br />
que le traían, lo que estaban era entiempadas y que su<br />
único método o fórmula para curarlas era “montarlas” ello<br />
me recordó lo del pavo con la pava, pero también hizo que<br />
el pensamiento me llevara a los predios del pueblo de<br />
Caucagua donde vive o vivía un tipo llamado Adán con el<br />
cual tuvimos una buena amistad. Este elemento era<br />
conocido en el pueblo como “el Brujo Adán”. Este holgazán<br />
más que brujo parecía un buda de lo gordo que estaba.<br />
Claro está, no era para menos, porque nunca, movía una<br />
paja. Como el perfecto zángano, se mantenía gracias al<br />
dinero que le pagaban los ingenuos por librarlos de<br />
supuestos males que les habían echado. Este elemento<br />
para mí, que lo tuve bastante cerca, no era más que un<br />
vividor, por no decir un estafador. Este también se<br />
aprovechaba de su condición de hechicero o “curandero”<br />
para saciar sus apetitos sexuales. Al igual que el brujo<br />
Castillo, le decía a la familia de una dama que<br />
39