Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
causó tremenda sorpresa, es que no se debía fornicar<br />
porque las personas que lo hicieren, lo más probable es<br />
que “se quedaran pegados”. Luego que transcurrieron<br />
algunos años, y habiendo salido un poco del<br />
oscurantismo, recordé las citadas prohibiciones, pero<br />
tuve una buena amistad con un cura, joven y elegante<br />
el tipo. Este temía, que yo supiera que tenía dos<br />
amantes: una en Tacarigua de Mamporal y otra en<br />
Caucagua, y apenas terminaba la procesión, metía los<br />
hábitos en la maletera de un carro de su propiedad, y se<br />
metía en un hotel con cualesquiera de estas damas. Allí<br />
fue donde yo me pregunté, que las leyes generalmente,<br />
quienes las cumplen son los guevonotes. Por cierto, me<br />
contó mi compadre Francisco Tavares, refiriéndose al<br />
tema de las prohibiciones que nos impusieron en los<br />
días de la llamada Semana Santa, sobre todo la de no<br />
fornicar, y no contraer matrimonio eclesiástico, que una<br />
matrona de este pueblo llamada Margarita Mota, le dijo<br />
un día que dialogaba con él. Que el miércoles de ceniza<br />
la iglesia Católica decretaba lo que se conoce como la<br />
cuarentena o días de cuaresma. Esta cuarentena<br />
terminaba el día sábado de gloria a las 12 de la noche,<br />
cuando ya afloraba el domingo de resurrección. Ella<br />
68