Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
antes expuesto, llevaba tiempo con las ollas boca abajo,<br />
calle arriba y calle abajo, como muchos<br />
sansebastianeros desempleados, y lamentablemente sin<br />
esperanzas, porque seguían pasando los años y nuestro<br />
pueblo se encuentra sumido en la incertidumbre.<br />
Nuestros hijos que a fuerza de sacrificios logran<br />
graduarse en alguna especialidad, inmediatamente<br />
tienen que emigrar lejos de la familia, ya que aquí no<br />
tienen una mínima posibilidad para poner en práctica lo<br />
que aprendieron en las aulas. Como les dije al principio,<br />
llevaba tiempo silbando iguanas, así dicen en mi pueblo,<br />
cuando uno anda desempleado. De repente en plena<br />
semana santa me pegó una brisa y por fin, como dicen<br />
los pavos de ahora, me salió una chamba. El lunes santo<br />
llegué temprano con el fin de ganarle tiempo al sol, pero<br />
que va, a las nueve de la mañana ya estaba inclemente,<br />
lo que quiero decir es que a esa hora ya estaba bañado<br />
de sudor, porque, al fin, me tocó abrir unos hoyos y el<br />
terreno era un pedreguñal donde la chícora saltaba<br />
como cacho en empedrao. El jueves santo estaba<br />
metido hasta las rodillas, bajo un ardiente sol propio de<br />
aquellos días, y mientras me quitaba con el dorso de las<br />
manos el sudor que me nublaba la vista, cuando de<br />
repente se paró a mi lado una dama muy emperifollada<br />
50