You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
imponer tremendo castigo, yo le hubiera contestado:<br />
Señor, si tú tuvieras un poco de conciencia perdonarías<br />
mi pecado, entiende que desde el primer momento que<br />
Eva comenzó a mirarme con aquellos ojazos que más<br />
que bellos, eran incitadores, y a pasarme las manos por<br />
el cogote, empecé a sentir que se me espelucaba el<br />
cuerpo. Comprende que yo andaba lleno de juventud,<br />
bien papeado, con sobrado vigor, porque no hacía nada.<br />
Sentía como un torrente de testosterona activaba mi<br />
hombría, y a todas estas, tú me pones como una<br />
especie de experimento a ese “mujeron” totalmente<br />
desnuda y para colmo durmiendo juntos. Yo te<br />
preguntaría: si a ti te hubiesen puesto en mi lugar<br />
¿habrías tenido la suficiente frialdad para soportar<br />
semejante penitencia, y como sería su reacción ante<br />
tamaña circunstancia?<br />
Viernes Santo, tres de la tarde. Dije: ni más rico ni más<br />
pobre, no trabajo más por hoy. Al momento llegó la<br />
dueña de la construcción y le dije: Doña, vea el trabajo<br />
y de paso le agradezco me adelante algo de dinero. La<br />
señora con una expresión no muy amable me dijo: No<br />
ha rendido mucho, me dieron ganas de decirle: ¡qué<br />
carajo voy a rendir yo solo ese pedreguñal!, pero<br />
62