Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
de todo, el hombre siempre ha sido temeroso de lo<br />
desconocido. Pero en mi ignorancia reflexioné, y a la vez<br />
me pregunté: bueno, esto es lo que me faltaba, que<br />
después que me alegré por lo de la chambita<br />
precisamente el Señor, al cual hacía alusión la dama,<br />
vaya a castigar a este pendejo, por el hecho de estar<br />
trabajando, además, que yo sepa, nunca me he metido<br />
con él. Pero no tiene nada de raro que cuando uno está<br />
salado se caiga de espalda y se le quiebre un testiculo, o<br />
lo que es lo mismo, que cuando a uno le toca un<br />
invierno de frijoles, las vainas caen del cielo. Poco a<br />
poco seguí perforando aquel pedreguñal. De repente se<br />
formó tremenda pelea de perros callejeros que se<br />
disputaban a dientes los amores o favores de una<br />
damisela que estaba en celo, o como decimos en criollo,<br />
“maluca”. Por fin terminó la pelea, y la ganó el perro<br />
más bonito del grupo. Por cierto que aquí sucedió algo<br />
que a mi me pareció insólito, y que de paso me trae un<br />
ingrato recuerdo. Digo esto porque como se sabe, en<br />
cada disputa de este tipo de encuentro, siempre se ha<br />
visto que el que gana la batalla se queda como trofeo,<br />
diría yo, con la pretendida, y más en este caso que el<br />
ganador fue el más bonito de los contendores. Ahora<br />
bien, por qué lo de lo insólito, porque inmediatamente<br />
52