Para comenzar es necesario contextualizar el abordaje del cuerpo ...

Dimensión Inconsciente en la Construcción Social del Cuerpo Femenino 62
puede admitirse en todos los hombres", lo que hace "que siempre aparezca como
insuficiente el número de mujeres disponibles". Como no todas son igualmente
deseables, las mujeres más deseables forman una minoría. "En consecuencia la
demanda de mujeres está siempre, real o virtualmente, en estado de desequilibrio y de
tensión"( Lévi-Strauss, 1985:75)
La mujer es objeto privilegiado para garantizar la alianza, pues ésta representa
una necesidad vital. Productora a la vez de bienes y de hombres, la mujer es prenda de
alianza. En ella está la prueba de un código de reciprocidad entre prestaciones
económicas y prestaciones conyugales. “la mujer alimenta los puercos, los parientes se
los prestan y las aldeas los truecan por mujeres”. (Lévi-Strauss, citado por
Georgin,1988: 28)
El papel erótico de la esposa es relativamente secundario. En cambio, su
importancia económica es notable. La especialización de funciones la convierte “en la
principal proveedora de frutos, bayas, insectos o legumbres(…) Si el marido vuelve de
la caza con el morral vacío, la recolección femenina resuelve el problema de la comida”
(Lévi-Strauss, citado por Georgin, 1988:29). Cabe anotar que lo anterior es referido a
las sociedades estudiadas por los etnólogos. Esto muestra que no se debe considerar
un problema la inserción de la mujer en la vida económica, ni como una característica
particular de la sociedad capitalista.
Por esto Lévi Strauss concluye que la mujer posee, pues, una naturaleza
ambigua. Mercancía, valor y símbolo a la vez: “ sucede pues con las mujeres como con
la moneda de cambio cuyo nombre éstas suelen llevar, y que según la admirable
expresión indígena, figura el juego de una aguja de coser los tejados y que, unas veces
fuera y otras dentro, lleva y vuelve a llevar siempre la misma liana que fija la paja”
(Lévi-Strauss, citado por georgin,1988:29).
La mujer es el equivalente del fonema en una lengua natural. Es indudable que
el sistema del parentesco no posee rigor del sistema fonológico. Las mujeres pueden