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:::.. La discusión académica acerca de las posibilidades de conocimiento<br />
científico de los fenómenos sociales<br />
El contexto científico en el cual Max Weber desarrolla su teoría está<br />
profundamente determinado por la discusión que en ese momento se daba<br />
dentro de los círculos académicos de Alemania acerca de las posibilidades de<br />
las ciencias sociales (o ciencias del “espíritu”) de conocer y plantear teorías<br />
explicativas tal como sucede en las ciencias naturales.<br />
La pregunta (si se hubiera formulado) podría plantearse en estos términos: si los<br />
hombres realizan acciones motivados por algún tipo de intensión (y esto es lo<br />
que nos distingue de los animales, que actúan por instinto), ¿cómo comprender<br />
la acción humana cuando solo el que la realiza (y a veces ni siquiera este ) sabe<br />
por qué “hace lo que hace”? ¿cómo, de ese conjunto de individualidades, de<br />
acciones únicas e irrepetibles, hacer una teoría general que pueda explicarlas?<br />
La respuesta weberiana se aleja de la propuesta de Durkheim de “tratar a los<br />
fenómenos sociales como si fuesen cosas”, y en cambio rescatará la profunda<br />
particularidad de cada una de las acciones humanas mediante un método<br />
comparativo que le permita postular luego modelos generales de acción.<br />
Por ser un autor especialmente minucioso en sus planteos, avancemos con<br />
Weber en su recorrido…<br />
:::.. La teoría de la acción en Weber<br />
La acción, a diferencia de las conductas simplemente reactivas, como el instinto<br />
animal, se caracteriza por tener un sentido subjetivo para aquel que la realiza.<br />
Esto significa que aquella persona que realiza una acción lo hace guiado por un<br />
determinado “para”. Usted perfectamente podrá argumentar que uno no siempre<br />
sabe los motivos de su acción: cuántas veces nos hemos oído diciendo “no sé<br />
por qué lo hice, no sé por qué actué así”. Sin embargo, esto no significa que<br />
nuestra acción no haya tenido un sentido, sino que a veces no somos<br />
plenamente conscientes de ello.<br />
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Tampoco tenemos que entender por “sentido” algo racional, lógico o moralmente<br />
correcto. De allí que, para Weber, la sociología sea una ciencia que intenta<br />
comprender la acción y no un tipo de conocimiento que pretenda prescribir o<br />
señalar lo que “debería ser”. ¿Será por eso que a veces nos cuesta reconocer<br />
incluso ante nosotros mismos los motivos por los que actuamos?<br />
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