15.10.2013 Views

FEDRO.

FEDRO.

FEDRO.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

303<br />

A la vista del objeto amado, cuando el cochero siente<br />

que el fuego del amor penetra su alma toda y que el<br />

ag-uijon del deseo irrita su corazón, el corcel dócil, dominado<br />

ahora y siempre por las leyes del pudor, se<br />

contiene, para no insultar al objeto amado ; pero el<br />

otro corcel no atiende al látigo ni al agniijon , da botes,<br />

se alborota, y entorpeciendo á la vez á sa guia y á su compañero,<br />

se precipita violentamente sobre el objeto amado<br />

para disfrutar en él de placeres sensuales. Por lo pronto,<br />

el guia y el compañero se resisten, se indignan contra esta<br />

violencia odiosa y culpable; pero al fin, cuando el mal<br />

no tiene límites, se dejan arrastrar, ceden al corcel furioso,<br />

y prometen consentirlo todo. Se aproximan al objeto<br />

bello, y contemplan esta aparición en todo su resplandor.<br />

A su vista, el recuerdo del cochero se fija en la<br />

esencia de la belleza; y se figura verla, como en otro<br />

tiempo, en la estancia de la pureza, colocada al lado de<br />

la sabiduría. Esta visión le llena de un terror religioso, se<br />

echa atrás , y esto le obliga á tirar de las riendas con<br />

tanta violencia, .que los dos corceles se encabritan al<br />

mismo tiempo, el uno de buena gana, porque no está<br />

acostumbrado á hacer resistencia, el otro de mala porque<br />

siempre tiende ala violencia y á la rebelión. Mientras reculan,<br />

el uno, lleno de pudor y de arrobamiento, inunda el<br />

alma toda de sudor; el otro, insensible ya á la impresión<br />

del freno y al dolor de su caida, apenas tomó aliento,<br />

prorumpió en gritos de furor, vertiendo injurias contra su<br />

guia y su compañero, echándoles en cara el haber abandonado<br />

por cobardía y falta de corazón su puesto y tratándoles<br />

de perjuros. Los estrecha, á pesar de ellos, á<br />

volver á la carga, y, accediendo á sus súplicas, les concede<br />

algunos instantes de plazo. Terminada esta tregua,<br />

ellos fingen no haber pensado en esto; pero el corcel malo,<br />

recordándoles su compromiso, haciéndoles violencia y<br />

relinchando con furor, los arrastra y los fuerza á renovar<br />

Platón, Obras completas, edición de Patricio de Azcárate, tomo 2, Madrid 1871

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!