Proyecto_mARTadero_2014

A MODO DE INTRODUCCIÓN
Creando espacios para la cultura y el desarrollo
Si la historia es, en realidad, una ciencia del presente, la prospectiva también.
Miramos al pasado para comprender, resignificar, encontrar coincidencias que justifiquen
nuestro presente. Y miramos al futuro para soñar, imaginar, proyectar posibilidades que
den sentido a nuestro actuar, que nos ayuden a ser felices hoy, aquí y ahora.
Y Bolivia, aquí y ahora, al estar formada por cada uno de nosotros, también necesita
unión, conexión e inclusión, entre sus propias realidades internas y con ese mundo
exterior a uno mismo. Esta integración es especialmente importante y urgente en el
momento actual que vive el país, y que necesita más que nunca unidad y una visión común
y creativa, motivada por el deseo de paz y desarrollo. El proyecto mARTadero, nuestra
propuesta, demuestra el enorme y frecuentemente olvidado potencial de arte y cultura
como agentes de cambio, desplegado en un lugar de muerte que se va llenando de vida,
a través de una apropiación comunitaria de un espacio que -justamente por eso- se va
convirtiendo en patrimonio.
Desde su concesión por decisión unánime y entusiasta del gobierno municipal por
30 años al entonces recién constituido Nodo Asociativo para el Desarrollo de las Artes
(NADA), -y a pesar del estado ruinoso en el que entonces se encontraba el inmueble- se
comenzó a usarlo y darle vida intensivamente, demostrando así la verdadera necesidad
social a la que se daba respuesta, y que siempre ha de estar en el origen honesto de un
proyecto. Desde entonces, el espacio acoge permanentes actividades de recreación,
formación, creación y participación. Es por ello un espacio abierto, que promueve la
experimentación y el diálogo entre los vecinos, artistas y público.
Hoy por hoy, frente al solsticio del 21 Junio de 2014, y diez años después del arranque
del proyecto, se han realizado allí más de 1.400 actividades, todas bajo principios de
integración, intercambio e interculturalidad -entre otros-, habiendo asistido y participado
de ellas más de 200.000 personas y representantes u obras de unos cuarenta países,
especialmente latinoamericanos con los que se trabaja ya estrechamente en red.
El mARTadero partió de la idea de usar lo abandonado y olvidado como soporte y
metáfora, para demostrar que la creatividad es la cualidad humana más extraordinaria,
capaz de transformar de forma potente nuestro contexto y a nosotros mismos. Y se va
demostrando cómo -cuando vamos más allá de lo individual incorporando a la comunidadel
impacto se hace mayor y más sustentable. Porque nuestro objetivo era provocar un
responsable cambio social a través del arte y la cultura, y fuimos extremadamente
afortunados de encontrar un espacio ideal, justamente en un barrio periférico en el que
nadie parecía interesado excepto nosotros, y en un país que ha estado bastante ignorado
hasta tiempos recientes...
El proyecto es un lugar único para el encuentro y la creación. La población se va
implicando en la proposición y generación de nuevas ideas, estrategias y proyectos. Y
se van dejando envolver por las redes, impulsadas por un deseo profundo de integración
a través del arte y la vivencia cultural. Y la autogestión asegura la necesaria libertad
para ejercer la responsabilidad, y la necesaria responsabilidad para ser libres.
Por todo ello, el mARTadero es hoy un espacio único en Bolivia, y clave en Latinoamérica.
“El principio básico de
la naturaleza no sería
la adaptación, sino la
creatividad, como elemento
básico de la evolución de un
sistema automantenible,
autorenovable, autosuficiente y
autotrascendente.
”
Fritjoff Kapra. Los Senderos de la Mente
El mARTadero vivero de las artes, es un espacio único concebido
como una incubadora de procesos de creación, cuyos frutos
beneficien a toda la comunidad a través de un aporte sustancial
al desarrollo humano y socio-económico de la población.
Como espacio eminentemente de encuentro y generación,
buscamos producir un cambio social responsable a través de
cultura y arte. Porque entendemos cultura como la expresión
localizada - temporal, histórica y geográficamente - de una
cierta comunidad, que expresa y traduce la complejidad del
mundo que le tocó vivir y, como tal, representa el principal
activo de un pueblo.
José Martí decía que el arte es a los pueblos lo que la sal a las
comidas. El arte no existe fuera de la sociedad. Al reconocerlo
como forma privilegiada de comprender el mundo, de
encontrarle sentido, tratamos entonces -y como decía Starlingde
“imponer una estructura a los acontecimientos que no están
forzosamente unidos”, de ensamblar arte y vida cotidiana, de
experimentar lo verdaderamente real.
Buscamos sentido a través de la comprensión de la realidad, de
la proyección de posibilidades, de la configuración de fuerzas,
de la realización de sueños…
Porque, como decía André Maurois, “la vida es demasiado corta
para ser pequeña”.
Proyecto mARTadero: Vivero de las Artes. Un espacio ejemplar de gestión cultural 2005-2014
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