El Merengue: Música y Baile de la República Dominicana - Claro
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GÉNESIS DEL MERENGUE, RAÍCES, TRAYECTORIA Y DIFUSIÓN EN EL SIGLO XIX<br />
114<br />
En medio <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sanimado enojo <strong>El</strong>iodoro prosigue con su rosario <strong>de</strong> quejas<br />
<strong>de</strong> forma muy pintoresca, p<strong>la</strong>nteando hasta dón<strong>de</strong>, personalmente, era capaz <strong>de</strong><br />
llegar: «No tan solo van ellos incómodos, sino que tienen molesta á <strong>la</strong> pareja, y<br />
molestan también á los <strong>de</strong>más que van bai<strong>la</strong>ndo y á los que miran.– A mí en el<br />
baile <strong>de</strong>l día <strong>de</strong> año nuevo, dos ó tres veces poco faltó para que me sacara un ojo<br />
ó me diera en el sentido con un codo, uno <strong>de</strong> estos furibundos bai<strong>la</strong>dores que<br />
me perseguía <strong>de</strong> cerca y parece que conocía que me repugnaba verlo bai<strong>la</strong>r. / Yo<br />
estoy dispuesto á si se continua bai<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> ese modo, no volver a sa<strong>la</strong> <strong>de</strong> bailes<br />
ni permitir a ninguno <strong>de</strong> mi familia que vaya. Así, querido Ismenes, unamos<br />
nuestros esfuerzos, tu con tus preguntas, el crítico con sus críticas y yo con mis<br />
quejas, para ver si <strong>de</strong>sterramos este <strong>de</strong>testable baile <strong>de</strong> tan poco gusto.»<br />
Lo interesante <strong>de</strong> todos estos discursos <strong>de</strong> <strong>El</strong> Oasis es que quienes los escribieron<br />
no fueron viejos recalcitrantes ni adultos anticuados, que pudieron sentirse<br />
ofendidos ante <strong>la</strong>s innovaciones impúdicas <strong>de</strong> <strong>la</strong> juventud. La visión <strong>de</strong> parejas<br />
moviéndose al unísono pero caóticamente perturbó a hombres que, en <strong>la</strong> mayoría<br />
<strong>de</strong> los casos, comenzaban a abrirse a <strong>la</strong> flor <strong>de</strong> su adultez. «Puritanos, conservadores,<br />
retrógrados, mojigatos, anticuados», son epítetos que podrían adjudicárseles.<br />
Porque, ¿qué tenía, qué provocaba el bendito merengue, para indignar y exasperar<br />
<strong>de</strong> tal forma a otros jóvenes, para que lo maldijeran junto a sus bai<strong>la</strong>dores<br />
En 1854 se vivía una época <strong>de</strong> fervor nacionalista. ¿Acaso <strong>la</strong> danza no era<br />
dominicana y los «oasistas» <strong>la</strong> sentían como una ingerencia extranjera <strong>El</strong><br />
seña<strong>la</strong>miento sólo aparece una vez, en el ya citado escrito <strong>de</strong> Ismenes; pero lo<br />
que éste realmente <strong>de</strong>nuncia es un baile que cataloga <strong>de</strong> in<strong>de</strong>cente y <strong>de</strong> generador<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes. ¿Significó una posición antihaitiana No lo parece, puesto<br />
que <strong>de</strong> haber nacido haitiano el merengue, es difícil que en tal época se hubiera,<br />
primero aceptado y luego, propagado tanto en el país. ¿Había un trasfondo<br />
racista en el asunto En ningún momento los escritores se refieren a<br />
b<strong>la</strong>ncos, negros, indios, criollos, mu<strong>la</strong>tos o mestizos.<br />
Fradique Lizardo se muestra tajante y reiterativo, al tratar el origen <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
campaña <strong>de</strong> EL OASIS en estos términos: «…el merengue no fue atacado<br />
PINTURA DE<br />
JAIME COLSON.<br />
SIN TÍTULO.