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El Merengue: Música y Baile de la República Dominicana - Claro

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GÉNESIS DEL MERENGUE, RAÍCES, TRAYECTORIA Y DIFUSIÓN EN EL SIGLO XIX<br />

176<br />

EJEMPLO MUSICAL:<br />

ESQUEMA RÍTMICO DE<br />

CONTRADANZA CRIOLLA,<br />

EN TEMPO RÁPIDO.<br />

5) La métrica binaria, con compases <strong>de</strong> 2 por 4 ó <strong>de</strong> 6 por 8.<br />

6) Varias secciones o partes, con ocho compases cada una.<br />

7) <strong>El</strong> tempo rápido y un carácter lúdico.<br />

8) La textura homofónica: <strong>la</strong> primacía <strong>de</strong> <strong>la</strong> melodía sobre <strong>la</strong> armonía.<br />

9) La interpretación a cargo <strong>de</strong> un conjunto con cuerdas y vientos, o <strong>de</strong> un<br />

solo instrumento.<br />

10) La no inclusión <strong>de</strong> percusión.<br />

Las estructuras <strong>de</strong>l sistema musical europeo mantuvieron su vigencia y constituyeron<br />

el fundamento <strong>de</strong>l repertorio en este <strong>la</strong>do <strong>de</strong>l océano Atlántico; pero su<br />

permanencia y su importancia no implicaron <strong>la</strong> inmutabilidad. Por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

espontaneidad, <strong>de</strong> lo visceral, <strong>de</strong> <strong>la</strong> natural creatividad <strong>de</strong> cada pueblo americano<br />

y <strong>de</strong> sus miríadas étnicas criol<strong>la</strong>s, <strong>la</strong>s transformaciones llegaron a ser inevitables.<br />

Las vivencias, los sentimientos <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente <strong>de</strong> cada lugar y sus híbridos<br />

trasfondos culturales, se vertieron como un inmenso océano que rápidamente<br />

comenzó a bruñir lo europeo. Los aportes se sucedieron sin que mediaran<br />

procesos analíticos ni complicados estudios. Las fusiones, <strong>la</strong>s mutaciones, <strong>la</strong>s<br />

metamorfosis, <strong>la</strong>s síntesis, los sincretismos, fluyeron como <strong>la</strong>s aguas <strong>de</strong> un<br />

manantial infinito, vertidas en <strong>la</strong>s danzas y cantos criollos. Los elementos<br />

musicales europeos permanecieron, pero comenzaron a «hacerse», a «manejarse»,<br />

a llevarse a <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> otras maneras, con un «aire» diferente.<br />

PINTURA DE<br />

MIGUEL DE MOYA.<br />

SIN TÍTULO.<br />

En algunas regiones –<strong>la</strong>s andinas y Centroamérica, por ejemplo– los giros,<br />

esca<strong>la</strong>s, ritmos y melodías <strong>de</strong> aires indígenas pudieron conservarse y entretejerse<br />

con lo hispanoeuropeo. En otras partes –en el Caribe–, <strong>la</strong> percepción y<br />

<strong>la</strong> concepción musical <strong>de</strong> <strong>la</strong>s etnias negras y <strong>de</strong> los mu<strong>la</strong>tos criollos se propagaron<br />

entre <strong>la</strong>s líneas y los espacios pentagramados <strong>de</strong>l Viejo Continente;<br />

primero subrepticiamente, ostensiblemente <strong>de</strong>spués, constituyendo el híbrido<br />

sustrato <strong>de</strong>l repertorio autóctono americano.

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