La quimera del Rey Filósofo - CSIC

sas plasmadas en un tratado deben romperlo imponga el interés del Estado y otro tancon respecto a la propiedad, toda vez que scualesquiera derechos respecto a los territcomo Federico demostró en cuanto se locasión para ello.Con todo, Federico nunca logró identiftero con su Mr. Hyrk político y la concienDr.Jekyllque llevaba dentro no le abandonmomento, instándole siempre a diferencdos esquizofrénicos oficios. En su correspoVoltaire, sin ir más lejos, le ruega que sepaél .al hombre de Estado del filósofo», aseg«se puede ser político por deber y filósofoción» 146, como sería su propio caso.Anticipándose al juicio de la posteridaquiso inmortalizar esa disquisición en untico puesto a los pies de un retrato del mono, mas no en el sentido que pretendíaquien hubiera disgustado sobremanera clíneas del pensador ginebrino, por cuantosu primado de lo político sobre la refleximoral:146 Cfr. la carl:a fechada el 1g de febrero del año 1749, edrichs des Grosstn mil VoUaim, ed. cit., vol n, p. 245.82