La quimera del Rey FilÃ³sofo - CSIC

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Como sabemos, Max Weber predicó esta sentre la ética y la política con su propio ejempdose al ejercicio de su vocación intelectual ytan sólo en determinados momentos de su vidamentarista o asesor político. El maduro realiscoetáneo nuestro, como lo es Weber, llega, porla misma conclusión del Maquiavelo renacenque sin las estridencias propias del adolesceanalizar el problema de las relaciones ético-pounamayor complejidad.Además de inspirar el capítulo precedentambién es responsable del epílogo que cierrajo, pues él fue quien despertó mi curiosidad pome a un antiguo texto indio: el Arthasastrade KEn su célebre conferencia sobre la vocación dt96 Tal cosa no hubiera sido posible sin el magnífico equipotación del centro donde trabajo: el Instituto de Filosofíaeste caso concreLO, fue Ana MariaJiménez quien me propobliografia necesaria para redactar este último epígrafe. Tamencionar en este capítulo de agradecimientos a Francispor haberme proporcionado información puntual sobre unha estudiado a fondo; no en vano es autor de un trabajo tituhamro la IILt delasfilasofias de Orim~ (con el que se ha doclodirección). Barcelona. ClMS. 1997.149
fuerzas diabólicas que acechan al entornopoder y hacerse responsable, no sólo de las cque animan su actuación política, sino tamconsecuencias previsibles que van a generaaprestándose a involucrar su alma y respondmente de los mismos. Es entonces cuando sedo a hacer girar la rueda del devenir histórisus decisiones políticas, en las cuales persetrándose inasequible al desaliento, aun cuanponda tratar con un mundo éticamente irracha escrito uno de sus más autorizados comentgang Mommsen: -Weber dudaba básicamenbilidad de conferir acentos éticos a la accióconsideraba que la cIara separación entre amera la solución más honesta. 295 •... Cfr. Max WEBER. Polilik als &ruf, p. 230; cfr. edo. castS148.295 Cfr. Wolgang MOMMSEN, Max Webtr. sociedo4.. política ecast. de Ernesto Garzón Valdés), Alfa, Buenos Aires, 1971148
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LA QUIMERADEL REY FILÓSOFOLos DILE
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Preámbulo1. El síndrome de Giges.
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(tú ya s
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Desde la noche de los tiempos hasta
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quistar el poder.Una vez más estab
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conquista cuanto presumir de haberl
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de la traición y de una felonía p
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del díálogo platónico encargado
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como prácticos.- 24
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al destierro. Pese a todo, un Plat
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nos nueve tiranos entre los que fue
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misma --esto es el mal-, sino que t
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teórico.Sus ideas no eran muy orig
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mante monarca prusiano a su famoso
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Memorias fundamentalmente para veng
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uena nota y relee a Maquiavelo en i
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dencia cruzada por entonces entre F
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