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Descargar pdf - Consejo Nacional de la Cultura y las Artes

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Desarrollo cultural y <strong>de</strong>sarrollo económico Innovación y tecnología con el ser humano como centroLas preguntas p<strong>la</strong>nteadas –lejos <strong>de</strong> cualquier concepción i<strong>de</strong>ológica política, pero con <strong>la</strong> honestidad<strong>de</strong> una visión filosófica humanista– parecieran seña<strong>la</strong>rnos que el <strong>de</strong>sarrollo económico puestoal servicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo cultural tiene <strong>la</strong> cualidad <strong>de</strong> repercutir positivamente en <strong>la</strong> economía, através <strong>de</strong> expresiones y manifestaciones culturales, generando <strong>de</strong> este modo una espiral positiva.Es que en esta materia, creemos, es posible seña<strong>la</strong>r que el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los factores sí altera el producto,pues una cultura al servicio <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sarrollo económico no necesariamente producirá un <strong>de</strong>sarrollo,pues en verdad el <strong>de</strong>sarrollo económico es parte <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n mayor: el <strong>de</strong>sarrollo cultural.La Conferencia <strong>de</strong> Autorida<strong>de</strong>s Cinematográficas <strong>de</strong> Iberoamérica (CACI), en su análisis “Laindustria cinematográfica y su consumo en los países <strong>de</strong> Iberoamérica”, nos advierte que,tradicionalmente, <strong>la</strong> cultura ha sido percibida no como una oportunidad, sino como un gasto.Y se nos advierte que este es un error: <strong>de</strong>bemos compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> <strong>Cultura</strong> como una parte central<strong>de</strong>l capital social (Kliksberg, Bernardo y Tomassini, Luciano. 2000), entendido como “elconjunto <strong>de</strong> valores, actitu<strong>de</strong>s y patrones conductuales compartidos por una pob<strong>la</strong>ción, queaseguran <strong>la</strong> cohesión social y facilitan <strong>la</strong> interre<strong>la</strong>ción y cooperación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas entre sí ycon <strong>la</strong>s instituciones que conforman <strong>la</strong> sociedad”. Se nos hace notar que, en general, se trata<strong>de</strong> instancias que contribuyen a que <strong>la</strong>s personas trasciendan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones conflictivasy competitivas hacia una esfera <strong>de</strong> cooperación y ayuda mutua, generando una percepción <strong>de</strong>fines compartidos. Esto es lo que, <strong>de</strong> algún modo, nos han brindado en los últimos años <strong>la</strong>sre<strong>de</strong>s sociales, como veremos más a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte.Como seña<strong>la</strong> dicha investigación, <strong>la</strong>s naciones que aún recorremos el <strong>la</strong>rgo camino hacia el<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>bemos estar conscientes <strong>de</strong> que los pueblos que han sabido apoyarse en <strong>la</strong> <strong>Cultura</strong>y potenciar<strong>la</strong>, han generado a partir <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma mo<strong>de</strong>los organizacionales inéditos, nuevosconocimientos, re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cooperación interna, creación <strong>de</strong> fuentes directas <strong>de</strong> empleo y numerosasindustrias, entre otros beneficios. Todo ello ha enriquecido su perfil como socieda<strong>de</strong>s ysimultáneamente ha mejorado su “marca país” y competitividad.Entre otras cosas, <strong>la</strong> publicación indica que <strong>la</strong>s ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> recomposición <strong>de</strong> los mercadosculturales confirman que <strong>la</strong>s industrias culturales y <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunicación <strong>la</strong>tinoamericanas seencuentran rezagadas, pues en <strong>la</strong>s últimas décadas en los países <strong>la</strong>tinoamericanos ha tenidolugar un <strong>de</strong>sarrollo bastante distorsionado entre producción y consumo cultural, tanto encomparación con los movimientos a esca<strong>la</strong> mundial como con los niveles internos <strong>de</strong> nuestrapropia región y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cada país.En consecuencia, en nuestros países hace falta dar un verda<strong>de</strong>ro salto en <strong>la</strong> concepción quetenemos <strong>de</strong> cultura como sociedad: ¿Cuál es el lugar que queremos que represente en nuestroor<strong>de</strong>n social y en nuestro <strong>de</strong>sarrollo, incluyendo, por cierto, el <strong>de</strong>sarrollo económico quequeremos alcanzar?82

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