imagen - Ayuntamiento de Alba de Tormes

Ha sido, por tanto, la recurrencia litúrgicaanual propia y especial de Alba de Tormes la queha configurado por completo el calendario de lasfiestas teresianas, incluso a nivel civil, con esaestructura de ocho días que ha perdurado desdehace 4 siglos y que sigue siendo el soporte fundamentaltodavía del calendario actual de las mismas,aunque muchas personas desconozcan esteorigen y procedencia.Pero lo más curioso es que, leyendo atentamenteesa relación del 1614, se descubren hastamotivos e insistencias que no se han perdido,como si la especial festividad de aquel año acausa de la beatificación, aun gozando entoncesde un carácter extraordinario, hubiera imprimidopara siempre un estilo que todavía permanece vigenteen sus líneas generales. Se piense, p.e., enla misa solemne de la mañana de cada día de laoctava, en las fiestas nocturnas a base de fuegosartificiales, entonces mucho más costosos y másdifíciles de programar, en las comedias públicas ylos festejos de cañas y toros… Incluso hasta en lamisma disposición de la procesión general con laimagen y reliquias de Santa Teresa, un argumentoque merece ser tratado aparte por sí solo.No es fácil encontrar un caso parecido a éstede las fiestas teresianas albenses donde hayaexistido tanta continuidad y respeto a la tradicióndurante tanto tiempo. No cabe duda que ha sido elelemento religioso (el rito cristiano) el que más haaglutinado y favorecido esta pervivencia de lafiesta, en manera inalterable en sus aspectosesenciales y de forma ininterrumpida hasta nuestrosdías.página 147