imagen - Ayuntamiento de Alba de Tormes

tamente encargada de la organización de los actosreligiosos de la novena teresiana de octubre. Y asíen el concierto de la organización de las fiestas teresianasalbenses, además del Ayuntamiento, intervienede ahora en adelante esta asociación quetodavía perdura con idéntica misión y tiene una representacióncualificada dentro del organigramade la procesión de octubre.Por último, la circunstancia del III centenariode la muerte de Santa Teresa (1882) dio un notableimpulso, cargado de universalidad, al teresianismoalbense, haciendo del sepulcro teresianometa de tantas peregrinaciones 61 . El repaso poreste fenómeno y la consideración de las reales posibilidadesde la villa para acogerlo debidamentees algo que –parece- no llegan a encontrarse;asombra, porque superaba con mucho la situaciónlocal, incluso si se tiene en cuenta sólo el problemade los medios de comunicación y la capacidad dehospedaje. No obstante este acontecimiento supusoun punto de inflexión notable que incidió demanera positiva en Alba de Tormes, creando unaconciencia de lugar teresiano como meta de peregrinaciones,que hasta entonces no se había vividocon la misma intensidad. Cambia por completo laperspectiva local de su relación cordial con la figurade santa Teresa; se sienten protagonistas enmedio de una simpatía general de toda Europahacia la Santa, a la vez que custodios y receptoresde un patrimonio que deben saber presentar anteel peregrino de todo el mundo.Es evidente que todas estas circunstancias hanincidido, y cómo, en la mentalidad con que sepiensa y organiza el ciclo de la fiesta teresiana. Doshechos pueden confirmar este cambio: el cuidar laelección de predicador para la novena, cada añouno distinto y de procedencia hasta lejana, cosaque antes de finales del siglo XIX era imposible derealizar; ahora esto será una norma habitual desdeestos años, y la novena teresiana de Alba de Tormesse convertirá en un púlpito deseado y muy cotizadopor los mejores representantes de la oratoria sagradaespañola 62 . Pero también se ha de aplicar aestos años el aumento de la asistencia de los puebloslugares limítrofes al novenario y al día de lafiesta, una medida muy favorecida por los obispostratando de implicar a todos las parroquias delcontorno y de la diócesis como si fuera una compensacióno complemento al fenómeno de la peregrinaciónnacional entonces pujante 63 . Tenemosuna descripción de comienzos del siglo XX de lo queocurría en los pueblos del entorno de Alba cuandollegaba la solemnidad teresiana de octubre:“No hay pueblo en la comarca –aparte de los peregrinosde lejanía- que no mande allá lo más granado de supiedad y lo más florido de su juventud. De algunos es típicoel desfile.Recuerdo, que por mi aldea nativa, paso obligado deMacotera a Alba, ya con vísperas y aun antevísperas, empiezana cuajar el camino caravanas alegres de de macoteranosde todo matiz, quienes en alazanes,lujosamente enjaezados; quienes en carros entoldados conuna manta de Cantalapiedra y arrastrados por robustas yágiles mulas; quienes en asnillos desmedrados y molidosdel trabajo; quienes, por fin, en el caballo vulgar de San61 Cf. M. DIEGO SÁNCHEZ, Bibliografía sistemática de Santa Teresa (Madrid 2008) nn. 9618-9673, pp. 877-881. Durante estecentenario se publicó en Salamanca-Alba de Tormes una revista propia o boletín, titulado “La Estrella de Alba”, ejemplaresde la cual hemos hallado en la biblioteca general de la Universidad de Salamanca y en el archivo de frailes y monjascarmelitas de Alba.62 Cf. M. DIEGO SÁNCHEZ, Los predicadores de la novena teresiana en Alba de Tormes (Salamanca). Costumbres oratorias,normas de elección y elenco de oradores sagrados, en Archivum Bibliographicum Carmeli Teresiani (2005) nº 44, pp. 487-510. Parece que a finales del siglo XIX no era habitual traer predicador para todo el novenario, sino para algún día, comoel de la fiesta. Como una novedad se señala el traer predicador para los 9 días en 1891 y 1898, según lo relata la crónicade las Monjas Carmelitas: archivo conventual, D-I-162, fol. 16v y 27r.63 Residuos de esta asistencia masiva quedan en algunas connotaciones locales de la fiesta, como es la del llamado “Domingode las mozas”, el domingo que caía en medio de la novena teresiana, para indicar la masiva participación de lajuventud de los lugares vecinos. Fue el obispo Tomás Cámara el que implantó las peregrinaciones a Alba por arciprestazgosdurante los días del novenario teresiano.página 175