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de la misma manera el día de la octava, 22 de octubre34 . Diversas actas judiciales y notificacionesde esta fecha nos aseguran de que el percancetuvo sus consecuencias 35 , como también el hechode que de inmediato se acudió a juicio por incumplimientode parte del clero secular de la concordia36 . El asunto llegó a los tribunales eclesiásticossuperiores, como es el de la Nunciatura papal enEspaña, que dio toda la razón a los frailes y obligóal clero secular a asistir a la procesión general deSanta Teresa, como era tradicional y había sidoestipulado por la concordia anterior de 1703.Con ayuda de la intervención del Nuncio se vaprospectando la necesidad de una nueva concordia,o de revitalizar la ya existente. La primerasentencia del Nuncio es de los años 1766 y1767 37 , comunicada oficialmente al cabildo eclesiásticoalbense por el mismo Vicario general dela diócesis salmantina 38 . Y así tenemos tambiénel atestado oficial de haber asistido el clero, enconsecuencia, a la procesión de octubre del añosiguiente 1768 39 . Hay otra sentencia de agraviode los auditores del tribunal de la Rota de la Nunciatura(15.7.1777) 40 y la correspondiente sentenciaejecutoria del mismo organismo que ganóel convento, obligando al Clero a asistir a la procesiónde Santa Teresa (9.8.1877) 41 , en la que yase manda se haga una concordia nueva, decisiónque comunica el Gobernador eclesiástico y Vicariogeneral de Salamanca al Clero de Alba(11.10.1777) 42 . Finalmente el Nuncio emite lasentencia definitiva (27.1.1778) 43 .Así pues, entre 1763-1778 ha habido unaagria discusión en que por ambas partes se harecurrido a la Nunciatura de Madrid resolviéndoseel conflicto a favor del convento, pero vislumbrandoya la necesidad de volver a redactaruna nueva concordia. Ha sido tan importanteeste espacio de tiempo que en el convento carmelitanose ha reunido toda la documentacióna conservar en el archivo de la casa, cosida enfajo único (D-III-34), de modo que ésta no sepierda y esté a disposición de las generacionesposteriores 44 .Nos hemos entretenido tanto en este asuntode la Procesión porque nos ayuda a percibir laimportancia que tuvo este acto religioso dentrode las fiestas teresianas de octubre y cómo huboque reglamentar incluso la organización externadel mismo. Era la forma externa y pública de sancionaraño tras año esa relación especial que,desde el Voto de 1614, había entre Santa Teresade Jesús y la villa. Precisamente en la sentenciaejecutoria de la Rota de la Nunciatura (9.8.1777),en su larga exposición de unos 24 folios, se haceun resumen de todo lo ocurrido hasta la fecha y,sobre todo, se nos dan razones y motivos, el desarrolloy estructura de la misma.34 El Vicario general de la diócesis salmantina concede permiso para hacer la procesión general el 22 de octubre(19.10.1763): Ibid., D-III-34.12. De la salida de la procesión este día se hizo la correspondiente acta (22.10.1763): Ibid.,D-III-34.13.35 Actas de las notificaciones e invitación hecha al Cabildo para la procesión, como de costumbre, y así justificar que departe de la Orden no había existido omisión de sus deberes: Ibid., D-III-34.6 y 13.36 Hay una licencia del Provincial OCD para proceder judicialmente (22.10.1763), como también una escritura de poderotorgado por la comunidad al Prior del Alba (16.7.1764): Ibid., D-III-34.3, 4 y 5.37 La primera sentencia (18.6.1766): Ibid., D-III-34.7; la segunda (18.8.1767): Ibid., D-III-34.15.38 Comunicación del Vicario general de Salamanca sobre el pleito (12.11.1767): Ibid., D-III-34.39 Atestado de la asistencia a la procesión (15.10.1768): Ibid., D-III-34.9.40 Alba de Tormes, Archivo PP. Carmelitas, D-III-34.17.41 Ibid., D-III-34.1.42 Ibid., D-III-34.2.43 Ibid.,D-III-34.18.44 Nos referimos al cosido D-III-34 del archivo de los frailes carmelitas de Alba, tantas veces usado y citado en esta sección.página 163