imagen - Ayuntamiento de Alba de Tormes

Alba de Tormes octubre 2012Por ANGELITA SÁNCHEZ BERMEJOALBA, MI ÚNICO HOGARAgradezco a todo el pueblo y a su corporaciónmunicipal por permitirmecolaborar en las fiestas patronalesdel año, en épocas de austeridad,donde se tiene que "hacer más conmenos", e intentar, en la medida de lo posible, dargusto a todos.Hace tiempo que dejé de vivir en Alba, pero lasreíces no se olvidan, la distancia y el recuerdo sehermanan para mantener siempre vivo el lugardonde se recibe el primer beso o se ve por primeravez la luz del sol.Alguien dijo que la infancia es la patria, dondese nace y se viven los primeros años permanecepara siempre. Aquí, sobre una cuesta rocosa, seasienta mi pueblo, protegido por un jardín repletode árboles, con raíces alimentadas por el Termes,afincado en la tierra y mirando con sus copas alcielo; aquí están los conventos e iglesias que nosinvitan a pensar en lo trascendente; aquí estánlas calles estrechas y endiabladas; aquí están loscrudos inviernos, los sudores del verano y tantasotras cosas.En mi adolescencia salí de Alba y recuerdo connostalgia los feriantes en la plaza CJel grano, el olora churros, los bailes en la plaza Mayor, los helados,los barquillos, el cine, los paseos ... todo un mundode imaginación, fantasía y leyendas acaecidas en laescuela y en el frondoso espolón.Valle Inclán decía que ."las cosas no son comolas vemos, sino como las recordamos", y mi infanciay adolescencia están llenas de vivencias albenses.La vida sigue y tuve que emigrar, hacer la maletay buscar aires nuevos, distintos porque eltiempo corre y las etapas de la vida se cumplen inexorablemente,llegan los problemas y se debenbuscar las soluciones; la ingenuidad y ternura de lainfancia dan paso a los problemas y recuerdos detiempos pasados. Avatares de la vida me llevaronlejos de Alba, pero no han podido borrar los sentimientosimpregnados en mi infancia por las gentes,historia y monumentos que me han formadocomo persona y me hacen sentir orgullosa de sercomo soy: una albense más.Cuando me preguntan de dónde soy y respondo:de Alba de Termes, todo el mundo contesta con admiración,haciendo refrendas al gran duque de Alba,baluarte de los reyes Carlos I, (más conocido comoemperador Carlos V) y su hijo Felipe II, y a Santa Teresade Jesús: 2 personajes de indudable importanciahistórica, política, social, religiosa y literaria,que, en su justa medida, debemos valorar, y sin loscuales, Alba no sería lo que es.Todos los albenses nos sentimos orgullosos denuestro patrimonio cultural y lo deberíamos dar mása conocer.Siento gratitud y afecto hacia mis maestras queme enseñaron las primeras letras en la escuela.Las maestras me enseñaron, pero de vosotros,albenses, aprendí la alegría de vivir y la satisfacciónpor el trabajo bien hecho en esta tierra seca y árida.Las fiestas eran días de disfrute, de amistad,de acogida, de compañía. Había pocos medios:misa, procesión, cohetes, bailes, toros de fuego ....Las madres acudían a la panadería a hacer dulcespara la llegada de algún familiar. Nos vestíamoscon las mejores galas, sonaban las campanas parair a Misa Solemne ... pero mis ojos se fijaban exclusivamenteen los tenderetes y atracciones ...En mi infancia aprendí que con paciencia y esfuerzose pueden conseguir las cosas. Hoy, todo vamás rápido, todos tenemos prisa, todos corremospara ... Vivimos en una época en la que todo parecetener fecha de caducidad, "todo pasa y nadaqueda", que decía Antonio Machado, pero lo importanteno caduca: "Alba, mi único hogar".•página 197