imagen - Ayuntamiento de Alba de Tormes

liquia teresiana del Brazo (su relicario se encontrócubierto de rocío) 50 que, no tardando mucho, seasociará a otro fenómeno, el de la aparición deunas espinas en la reliquia del corazón de la Santaque ocupará la atención de los devotos teresianosen buena parte de todo el siglo XIX, algo entoncescalificado sin más de milagroso y que dio origen atodo un proceso médico y canónico para determinarla naturaleza de los hechos, cuyos resultados llegaronhasta Roma 51 . Lo aducimos aquí por la repercusiónnacional e internacional que tuvo estefenómeno de las espinas del corazón de santa Teresa,no dudando de lo sobrenatural del fenómenomuchas personas, éstas incluso de cultura y desantidad reconocida y canonizada actualmente 52 .Pero lo más asombroso es la vinculación de tal fenómenoextraordinario a los tiempos calamitososque padecía España, sobre todo a las continuasguerras y sucesivas exclaustraciones religiosas; eracomo un aviso o premonición teresiana ante la situaciónque entonces se sufría y los peligros quese avecinaban, principalmente en las consecuenciasque repercutían dentro de la Iglesia católicaen la nación española. En contrapartida a esta lecturaen clave político-religiosa hay que anotar quela difusión del hecho propició la curiosidad y el interésde muchos visitantes que se acercaron a Albade Tormes y que, por ejemplo, la presencia de devotosen las fiestas teresianas de 1873 se vería incrementabagracias a esto, como anotaba la prioradel monasterio carmelita del momento 53 .50 Ibid., p. 544.51 Abundante documentación inédita sobre este fenómeno en el archivo conventual de las monjas Carmelitas de Alba deTormes, como también en el archivo general de la Orden del Carmelo teresiano en Roma. Saltó y quedó reflejado ademásen la prensa escrita de entonces. Falta por hacer un estudio serio y sistemático de toda la documentación y bibliografíaque produjo. Un estudio favorable al carácter sobrenatural del hecho es el de N. CARDELLACH, Santa Teresa de Jesús y lasespinas de sus corazón (Valencia 1876), que fue traducido en años sucesivos al alemán (1880), francés (1882), italiano(1882).52 El asunto produjo una abundante bibliografía, la más importante de ella está recogida en M. DIEGO SÁNCHEZ, Bibliografíasistemática de Santa Teresa (Madrid 2008) pp. 865-869, nn. 9493-9530.Un primer análisis, de corte moderno, a estefenómeno lo hace G. DI FEBO, Per uno studio sul terzo centenario della morte di Teresa de Jesús. I. Prodigi e profetismo, enTeresianum 40 (1989) 491-515.53 Ayer concluimos la solemne octava de nuestra santa madre Teresa, que ha estado más concurrida que nunca, lluevenlos devotos de la Santa, y con motivo de las espinas, todos reparan mucho más que antes [en] el santo Corazón: Carta alProcurador General de los Carmelitas Descalzos en Roma (23.10.1873), Archivo General OCD, 220/h.54 Cf. M. DIEGO SÁNCHEZ, La expulsión y vuelta de los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes durante el trienio liberal (1820-1821), en L’Aceña (2009) nº 34, pp. 3-6.Las sucesivas exclaustraciones (1814 y 1836)que sufrieron los religiosos carmelitas de Alba tambiéninfluyeron en el culto teresiano 54 , ya que elloseran los capellanes de la iglesia sepulcro de laSanta. Sin embargo, la más duradera, que fue lasegunda (1836-1878), no tuvo la incidencia tan radicalde otros lugares, aunque los frailes perdieronel uso del edificio propio conventual que pasó a serpropiedad del Ayuntamiento y puesto al uso de tareaspúblicas, como fue la instalación de escuelasy el cuartel de la Guardia civil. Decimos esto porquesiempre, a lo largo esos años de la exclaustración,hubo religiosos carmelitas que, en calidad de capellanesde las monjas, se ocupaban del culto deSanta Teresa, así hasta que se volvió a restaurarel convento masculino en 1878, esto último frutode todo un momento favorable en torno a la reorganizacióndel culto teresiano en la villa.Respecto a la procesión general de Santa Teresay sus reliquias en la tarde del 15 de octubrees evidente que ha continuado en su tradicionalforma y hasta habrá habido los clásicos enfrentamientosentre clero regular y secular ya analizadosanteriormente. Pero hay que anotar un detalleque no nos parece insignificante, aunque así loparezca por tratarse de un aspecto meramente estético.Se trata de la adquisición de la imagen procesionalde vestir que ha llegado hasta nuestrosdías y que concita el entusiasmo y el mayor consensoentre todos los albenses, puesto que en suporte externo se identifica en el imaginario colecpágina169