imagen - Ayuntamiento de Alba de Tormes

Pues, cuando su muerte llegaba, lepreguntó el Padre Fray Antonio de Jesússi quería que llevasen su cuerpo a Ávila,ella respondió: - ¡Jesús! ¿Eso se ha depreguntar, Padre mío? ¡Tengo yo detener cosa propia! ¿AQUÍ NO ME HARÁNCARIDAD DE DARME UN POCO DE TIE-RRA?- Y la tierra de Alba la acogió, laenvolvió y en ella permanece y permaneceráhasta el final de los días rodeadadel amor de sus hijos albenses.Teresa de Jesús, Teresa de Alba .....hablar, en fin de las dos, para una queen esta noche habla, es recordar su infanciaen las tierras también cercanasal ilustre ducado de Alba. Hablo ahorade mi tierra, dónde están mis raíces ytradiciones, tierras macoteranas,donde por ellas pasó la Santa carmelitanay que según la leyenda, que meresisto a aceptarla, dicen que se quitóY la tierrade Albala acogió,la envolvióy en ellapermanece ypermaneceráhastael finalde los díasrodeadadel amorde sus hijosalbenses.sus zapatillas, muy enfadada, sacudiéndosela arena y el polvo que lasmanchaba, al no ser bien recibida porlas gentes que allí habitaban. Yo me resistoa creerlb que así fuera y así pasara,porque conozco a sus gentes y séel entusiasmo que a los macoteranos hainspirado siempre Santa Teresa.Más aún, permitirme que relate loque recogen las páginas del Boletín “LaEstrella de Alba”, de fecha 15 de enerode 1882, en el que se detalla la relaciónverdadera de las fiestas hechas en laVilla de Alba a la Beatificación de laSanta Madre Teresa de Jesús. En ellasse puede leer cómo llegaron los alcaldesde toda la tierra de Alba, que sonmás de setenta Concejos, con muchaotra gente que les acompañaba y quepor orden de los Oidores del Duque estuvieronobligados a venir a la procepágina50